A REVISAR CON LUPA
Luego de tanto drama y una vez que la Sala Superior del tribunal electoral federal por fin confirmó el triunfo de Miguel Varela en la capital, una de las prioridades en el ayuntamiento será revisar con lupa las cuentas, sobre todo, dicen en el equipo panista, los últimos manejos que se hicieron. Ayer por la noche ya iniciaba el proceso de entrega-recepción, con la auditoría del estado. En su resolutivo, la Sala Superior destacó que las entrevistas hechas a Varela Pinedo se enmarcaron en el ejercicio de la libertad de expresión, ese derecho que luego molesta tanto a los de la 4T. Desde el TEPJF, también reprobaron y evidenciaron fallas del Trijez en la anulación. Las víboras advierten que pese a la arrastrada que le pusieron al magistrado local José Ángel Yuen, éste pretende convertirse en magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado, una vez que empiece a aplicar la reforma judicial.
DESERTOR
Ya llevaba sus años con el clan Mejía, pero Iván de Santiago desertó a cambio de la subsecretaría de Promoción Turística. Dicen las lenguas bífidas que De Santiago se desesperó cuando a Ulises Mejía aún no le confirmaban que sería diputado federal. Apurado, ofreció apoyar a la Nueva Gobernanza en Villanueva para que ganara el distrito local. Según las víboras ponzoñosas, otro motivo de su salida es que a Iván nunca le pareció que Ulises tuviera acuerdos con Jorge Miranda. Por eso, al ahora subsecretario también se le vinculó con el panista Miguel Varela. En el equipo de Ulises advierten que Iván ya no tiene cabida de regreso. El funcionario estatal atacó y arremetió en su momento contra el clan Monreal, pero ahora se les acerca como aliado.
DESPILFARROS HASTA EL FINAL
En Sombrerete, la deuda del alcalde Alan Murillo ronda por los 152 millones de pesos al IMSS; 139 millones, de impuesto sobre la renta, y 1 millón y medio de impuesto sobre la nómina, además de otros compromisos “escondidos”. Por eso, la síndico Marcela Villegas consideró un despilfarro que se pagaran 5.4 millones de pesos a proveedores “desconocidos”. Pedía que ese dinero mejor lo usara para pagar el seguro y a una caja popular, pero no le hicieron caso. Alan todavía se dio el lujo de comprarle uniformes ejecutivos a 55 burócratas. Los ponzoñosos relatan que uno de los acreedores de Murillo es el mismísimo Carlos Peña. Y aunque éste sea su líder como presidente del PRI, también le da largas para pagarle.
BRONCAS EN LA DEFENSORÍA
Amparo Jáuregui, directora del Instituto de la Defensoría, confesó que buscan estrategias para negar el servicio, o al menos no atender a tantas personas. “Nos hemos dado cuenta de algunas situaciones en las cuales abogados particulares traen gente y ellos les cobran”, se quejó la funcionaria en una junta de gobierno. Según Jáuregui, la esencia del instituto es facilitar abogados a quienes no tienen para pagarlo, y por eso ponían a una trabajadora social como filtro “para contener un poco la carga de trabajo”. Pero, ahora, la funcionaria admite que con las nuevas reformas no deben negar los servicios.
TENSIÓN EN LA BANDA
Aunque Salvador García, director de la Banda Sinfónica, diga que se la lleva bien con María de Jesús Muñoz, directora del Instituto Zacatecano de Cultura, entre los ponzoñosos tienen otros datos. Si la relación con Muñoz no es tensa, al menos sí lo sería con la Nueva Gobernanza. A Salvador lo incluyeron en la lista de personas non gratas para asistir al informe del gobernador David Monreal. Y hay relatos cada vez más frecuentes de que a la Banda Sinfónica no se le quiere contemplar para los eventos importantes.