TABASCO. La pasada Carrera de Ramos de Tabasco perdurará en los corazones de los atletas zacatecanos, no solo por los ganadores, sino por conocer la historia de Selene, la próxima velocista zacatecana.
Al borde de la banqueta, con emoción y ganas de descargar toda la energía que guardaba su cuerpo, fue como Selene llamó la atención del organizador y fotógrafo de la competencia, Carlos Eduardo Robles.
“Al estar pasando para tomar las fotos de los niños en sus categorías, la vi con su hermanito, viendo el paso de las categorías menores, y la verdad nadie se percataba de su presencia. Después su hermanito se fue y ella seguía viendo las carreritas, la vi muy emocionada”, relató el organizador.
Carlos pudo ver en Selene la pasión que le transmitía las carreras, por lo que se acercó con la pequeña de tan solo ocho años para hacerle una invitación que le cambió la vida en ese momento.
“Me acerque para invitarla a correr, pensando que diría que no, ¡pero cuál fue mi sorpresa que dijo que sí! Le dije ‘espérame, no te vayas a ir, voy por tu número’. Fui a comprarle su inscripción para que me dieran su número y tuviera derecho a su medalla”.
Ya con su número pegado en su pecho, que la acreditaba como una competidora oficial, Selene le dio una lección a los miles de corredores que se dieron cita al quitarse sus huaraches y posicionarse en la línea de salida sin ningún tipo de calzado.
“La nombraron y salió corriendo entre la gente, a formarse y tomar su lugar para que la llevaran al punto de salida. En el trayecto la acompañe y me dijo ‘mis huaraches no me dejan’. Le pregunté que si le molestaban y me dijo que si podía correr sin ellos, que me los daba, y por eso decidió correr sin sus huaraches”.
Al grito de “en sus marcas, listos, ¡fuera!”, Selene salió como un rayo en lo que fue su primera competencia, con una gran sonrisa y una zancada digna de una velocista olímpica.
“La neta me emocionó tanto verla correr y llegar a la meta, también que le colgaran su medalla y ella feliz se fue a donde estaba su mama a presumir su medalla”.
Con su primera presea colgada sobre su cuello, Selene no dejaba de apreciar lo que consiguió en esa tarde de competencias, mientras que Carlos Eduardo Robles estaba consciente de que a partir de ese momento, la pequeña no sería la misma porque despertó en ella una nueva pasión.
“De verdad espero que se haya motivado y no sé, por qué no, tener una gran atleta zacatecana que salió de la Carrera de Ramos en Tabasco”.