ZACATECAS. Sigifredo Noriega Barceló, obispo de la Diócesis de Zacatecas, celebró la eucaristía por el Miércoles de Ceniza 2025 en la Catedral Basílica de la capital, donde los creyentes se dieron cita desde temprano para ser parte del rito católico.
El líder religioso destacó que “con este humilde signo, gesto de la ceniza, empieza la Cuaresma de este año, que tiene la particularidad de coincidir con el Año Jubilar”.
Sobre este último explicó que se trata de “un año especialísimo de gracia y de misericordia por parte de dios.
“En esta Cuaresma, el Señor nos ofrece esa gran oportunidad de darle servicio al corazón, el cual es el sagrario de la persona y su conciencia, es ahí donde nosotros somos y decidimos qué camino tomar en la vida”, expuso.
El obispo explicó que la Cuaresma es un recorrido de 40 días, “aunque pueden ser más o menos, lo importante es que nos sintamos en camino, pues el Año Jubilar nos recuerda que somos peregrinos.
No obstante, indicó que un caminante y un peregrino son diferentes, “pues el primero no sabe siempre a dónde va, mientras que el segundo sabe de dónde viene y a dónde va.
“Un peregrino se sabe acompañado por dios, por eso la peregrinación en este Año Jubilar es tan importante. La Cuaresma nos ofrece esa gran oportunidad de ser peregrinos, de permitir que dios camine con nosotros”, puntualizó.