El Imperio romano
Un gran imperio. A esta generación y a cinco más, nos faltaría estar bajo un gobierno que conquiste territorios, cree cultura y obtenga grandes extensiones territoriales.
El Imperio romano, establece su periodo en tiempo del 27 a.C. al 1453 d.C., es uno de los más importantes en la historia del mundo. El dominio romano es trascendental por su expansión en la Antigüedad Clásica. Dominó sobre la totalidad del Mediterráneo e incluso más allá en otras regiones.
Roma aún era República cuando Julio César (100-44 a. C.) -que no era emperador sino cónsul-, fue asesinado por un grupo de conspiradores que lo veían como un tirano en ciernes. Con su muerte, se desató una guerra civil por el control político de la República.
Tres personajes arriban al poder después de su asesinato: Octavio (63 a. C.-14 d. C.), Marco Antonio y Marco Emilio Lépido, a esta etapa se le conoció como el Segundo Triunvirato. Octavio (sobrino nieto de Julio César) se enfrentó a los otros dos triunviros. Logró exiliar a Lépido y venció a Marco Antonio en la batalla naval de Accio en 31 a. C.
En 27 a.C. Augusto se erigió como primer emperador de Roma y dio por finalizada la época de la República romana y duró, según algunos historiadores hasta la caída del Imperio romano de Occidente en 476, y según otros, hasta la caída del Imperio romano de Oriente en 1453.
Fue el emperador Diocleciano quien, al ver que el imperio era muy grande como para ser dirigido por el gobierno central, decidió dividirlo en dos: el Imperio occidental y el oriental.
La mayor expansión del Imperio romano se alcanzó en 117 d. C. En aquellos siglos, una división política y territorial, primero durante el reinado de 3 y 4, experimentó Diocleciano (284-305) y luego tras la muerte de Teodosio I (379-395), cuando se consolidó la división entre el Imperio romano de Occidente y el Imperio romano de Oriente, este último conocido posteriormente como el Imperio bizantino.
Los romanos tuvieron gran influencia de la cultura griega, en las letras, en la política y en lo militar, hasta su mitología (con el cambio de los nombres de sus dioses). Los romanos impusieron el latín como lengua. “Romanizó” en los lugares conquistados, las costumbres en la vida urbana otorgaron en sus provincias, la ciudadanía romana.
El Imperio romano tuvo su centro, en Italia, la ciudad de Roma era su capital. Si bien la extensión del Imperio romano cambió mucho a lo largo del tiempo, en su momento de esplendor abarcó: Los Balcanes, las costas del mar Negro, la actual Turquía, Siria y Chipre, Jordania, Palestina, Israel y Líbano, el norte de África (desde Egipto hasta Marruecos).
Su coordinación administrativa, que tenía muchas dificultades por el tamaño del territorio, se dividió en provincias, como: Britania, Germania, Hispania o Judaea. Para unirlos, requirió de una gran ingeniería en caminos, edificaciones y distribución hidráulica.
La economía del Imperio era esclavista, con mano de obra esclava a la producción agrícola y otras tareas, sin más remuneración que la necesaria para su manutención, pero podían ser liberados y poder realizar tareas en libertad.
Fundamental para el sometimiento social, el Imperio romano fue el escenario de la aparición y masificación del cristianismo, culto que se convirtió en la religión oficial del imperio en el siglo 4.
Su organización le dio el poder durante siglos, pero llegó la caída del Imperio romano de Occidente en 476, cuando un general de la tribu germánica de los hérulos, Odoacro, destituyó a Rómulo Augústulo, el último emperador romano de Occidente.
Ello se produjo en el marco de migraciones e invasiones de poblaciones bárbaras, como llamaban los romanos a los pueblos que no habían asimilado la cultura y la lengua romana, en este caso las tribus germánicas del norte, centro y este de Europa. La caída del Imperio romano de Occidente puso fin a la Edad Antigua e inauguró la Edad Media (Natgeo).
Desde 395 hasta 1453 su territorio cambió enormemente, con una expansión hacia occidente que luego lo llevó a perder paulatinamente territorio, hasta que su capital, Bizancio (llamada en ese entonces Constantinopla), cayó sin seguir los procedimientos legales ante el Imperio otomano en 1453 (Natgeo).
Con la fundación de Estambul, los otomanos dieron fin al imperio bizantino, el último vestigio del Imperio romano.
La UAZ en choques de inútiles. Se está dando el choque interno de la corriente Femath – Domínguez que ahora con Ibarra se disputan el control político de la universidad. No les ha importado lo académico en lo más mínimo, colocan a personajes sin méritos académicos y sin los procedimientos apegados a la Ley Orgánica, Reglamento Académico y Contrato Colectivo.
En la independencia de la dirigente del SPAUAZ hay posibilidades de empezar a corregir el uso clientelar de los maestros.