FRESNILLO.- Desde hace 15 años la familia Biachi García se dedica a la siembra de flor de cempasúchil en la comunidad de Santa Ana, y pese a las complicaciones para conseguir semilla o los altos gastos de mantenimiento de la cosecha, logran vender su producto en Río Grande y Sombrerete, así como en San Luis Potosí.
Ariana Biachi García, productora de esta flor, destacó que su abuelito comenzó con la siembra de cempasúchil, actividad que heredó su padre, quien falleció hace tres años. Ahora ella, su mamá y hermano siguen la tradición familiar.
Además, agradeció el apoyo de varios clientes que año con año los buscan para comprarles racimos.
“Surtimos a bastantes primarias, secundarias y preparatorias. También nos buscan particulares que ya saben que producimos cempasúchil. Lo que queda de flor vamos y la vendemos el 1 y 2 de noviembre en el panteón de la Resurrección”, destacó.
CULTIVAR Y CUIDAR
Ariana Biachi detalló que su familia guarda semillas de cempasúchil de las cosechas; sin embargo, este año tuvieron que adquirir algunos kilogramos extras para ampliar el área de cultivo.
Explicó que la siembra comienza entre junio y julio, cuando depositan las semillas en varias macetas en las que les dan cuidados básicos durante el tiempo en que germinan. Una vez que brotan los primeros tallos y botones deciden trasladar las plantas a los sembradíos.
En este segundo proceso, continuó, se contratan personas para trasplantarlas a la tierra de cultivo, y a partir de este momento aumentan los cuidados de las flores.
En este sentido, la productora expuso que además de las atenciones generales, como el riego, también deben estar al pendiente para que no se generen plagas. Además, realizan constantemente limpieza para evitar el brote de maleza, la cual puede acabar con el cultivo.
Por otra parte, puntualizó que los arbustos de cempasúchil generan dos tipos de flor: macho y hembra. “El primero es una flor abierta, y la segunda es la tradicional, en forma de nube, que se usa para adornar altares y tumbas”.
Indicó que esto puede representar un problema, ya que en bastantes ocasiones los arbustos producen solamente flor macho y ésta no tiene valor comercial.
Detalló que durante el 28 y 29 de octubre recolectan el cempasúchil, y para ello deben desembolsar otra cantidad considerable de recursos, ya que cada arbusto debe ser cortado con cuidado para evitar dañar las flores.
UNA COSECHA DIFÍCIL
Ariana Biachi García reconoció que cada vez menos agricultores le apuestan a sembrar cempasúchil, ya que los costos de inversión son considerables y las ganancias son escasas, aunado a que existen bastantes revendedores que importan la flor por toneladas desde estados del sur.
Sin embargo, recalcó que dichas flores son plantadas en viveros y se marchitan fácilmente pues solo duran uno o dos días. En cambio, las que se producen en campo pueden durar más de una semana.
Señaló que debido a la alta competencia desleal cada vez son menos los productores que se dedican a cultivar esta flor en la región.
Al respecto, la productora estimó que las personas que plantaban cempasúchil en la región antes eran de 40 a 35, pero que ésta se redujo a la mitad.
Por otra parte, refirió que el costo de producción no se calcula en toneladas como en los cultivos de maíz, frijol o chile, sino que se realiza por arroyo, que puede medir un metro de ancho por 75 metros de largo.
Es así que el mantenimiento de cada uno puede oscilar en los 5 mil pesos durante todo el proceso de plantación a cosecha.