El novillero Eduardo Neyra ofreció su participación en El Álamo a César Pacheco, su compatriota que el día previo resultó herido de suma gravedad. Incluso, durante la mañana, lo visitó en el hospital.
El mexicano cumplió este jueves con la segunda de las cinco novilladas que tiene firmadas para la primera quincena de septiembre, misma que se desarrolló en la localidad que pertenece a la Comunidad de Madrid, donde estuvo esforzado con el lote que le correspondió enfrentar.
En el marco de la novillada de la feria anual, el encierro de la ganadería Andoni Rekagorri presentó complicadas condiciones.
SIN APÉNDICE
Eduardo se quedó cerca del triunfo. A pesar de su enorme esfuerzo al torear a los dos ejemplares de su lote, no obtuvo apéndice alguno, porque además debió sortear los embates del viento.
El primero de su lote fue emotivo y con movilidad, le hizo una faena variada y de clase, pero al entrar a matar, la estocada quedó defectuosa. El otro fue complicado, aunque le sacó partido por el pitón izquierdo.
Sostuvo un mano a mano con Juan Herrero, quien cortó la única oreja del festejo, ante el animal que se prestó un poco más para la realización del toreo.