CIUDAD DE MÉXICO. Tras ser expulsada de Morena al ser exhibida hace un año en video en una reunión con un líder criminal en Guerrero, la Alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández, aseguró que impugnará la decisión partidista porque se basó en calumnias y una venganza política en su contra.
Otilia Hernández, quien en 2023 apareció en un restaurante comiendo junto con Celso Ortega, líder de «Los Ardillos», recibió porras de trabajadores del Ayuntamiento y comerciantes en un evento que protagonizó este lunes.
La Alcaldesa, que culmina su función el próximo 30 de septiembre, cuestionó la veracidad del video que fue exhibido en varios momentos del año pasado.
«(La difusión de ese video) seguramente costó muchos millones de pesos», dijo.
Aseguró que la expulsión es para evitar que contienda por un cargo en la dirigencia estatal de Morena en el proceso interno de 2025.
«Con esta resolución (de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena) me queda más claro que alguien está moviendo la cuna para que Norma Otilia emigre. No hay vínculo ni pacto fuera de la ley. Lo comenté, lo ratifiqué y lo sostengo», expresó.
Recibe Norma Otilia apoyo de trabajadores y llora Al mismo tiempo que emitía estas palabras en el edificio central municipal, un grupo de trabajadores y comerciantes recibieron pancartas de distintos colores fluorescentes en las que estaban escritas frases de apoyo a la Alcaldesa.
«No estás sola presidenta tienes nuestro respaldo» y «estamos con usted presidenta Norma Otilia», se leían en las pancartas.
La Edil, quien le dejará la Administración al perredista, Alejandro Arcos Catalán, acusó a los integrantes de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de no haber acudido a la Fiscalía General del Estado (FGE) para revisar si tenía una imputación en contra.
«Vamos a ir a las instancias electorales porque estoy segura que me van a restituir mis derechos político partidistas», insistió la ex morenista.
Al término de su conferencia mañanera, Norma Otilia Hernández fue recibida por unos 50 trabajadores y comerciantes del primer cuadro de la ciudad que la abrazaron y le echaron porras, lo cual la hizo llorar.