Precuelas que atisban una vida
Diciembre 18 de 1869. Jerez: ayer nació María Trinidad Berumen Llamas, hija de José María Berumen y Trinidad Llamas (familia de propietarios promedio de Jerez). Trinidad contrajo matrimonio a los 17 años, con el licenciado Guadalupe López Velarde.
A los 19 dio a la luz a José Ramón Modesto; luego vinieron una prole de nueve infantes. En 1908 enviudó. Falleció el 27 de junio de hace 167 años, en la capital del país. Ramón le dedicó a doña Trini el poema Humildemente, que incluye en Zozobra (1919).
Marzo 17 de 1880. Ciénega de Mata, hacienda de Jerez: nace Josefa de los Ríos. A ella Ramón le llama “Fuensanta”. En el jardín principal de Jerez, el busto que hace homenaje al poeta está dispuesto en dirección a Ciénega de Mata. Kalendas, publicación circulante en Lagos de Moreno, publicó en 1908 el poema Elogio a Fuensanta.
Junio 14 de 1885. El licenciado Guadalupe López Velarde Morán se desempeña como juez en el partido de Jerez. Estudió en el Seminario Conciliar y en el Instituto Literario de Zacatecas. Ramón escribió A mi padre, el poema está en Obras, antología organizada por José Luis Martínez.
Junio 15 de 1888. Nace el primogénito del matrimonio de doña Trinidad y del licenciado López Velarde. Le imponen el nombre civil de Ramón Modesto. En la fe de bautizo es José Ramón Modesto.
La familia López Velarde Berumen fue una típica alianza matrimonial de Tierra Adentro: son mexicanos católicos que sitúan sus antecedentes y propiedades; son parte de la oscilante clase media del régimen -la colocación económica es por las empresas del patriarca: fraccionamiento de terrenos en Aguascalientes-. En política la cabeza de familia tiene vínculos con el régimen –es notario público-; no soslaya sus vínculos filiales con los exmonarquistas.
Febrero 7 de 1894. La familia López Velarde Berumen reside en una casa situada en la entonces plaza de armas de Jerez. Dejarán la vivienda cuando pasen a residir en la ciudad de Aguascalientes. Ramón escribió En la plaza de armas (c. 1915, La sangre devota).
Noviembre 1 de 1894. La Escuela Morelos de Jerez tiene inscrito al niño Ramón. La institución de primeras letras es particular. Pese su autonomía, debe acatar los programas y libros básicos indicados por el gobierno estatal.
Abril 23 de 1896. El niño Ramón estudia con las maestras Cervantes. Quizá aprende las primeras letras con el Silabario de San Miguel. En Que sea para bien, poema incluido en Zozobra, alude la infancia.
Agosto 15 de 1896. Las escuelas de niñas de Jerez laboran conforme a la reglamentación educativa estatal. Una de las instituciones estuvo en Casa de la Torre. Sita frente al santuario de la Virgen. El niño Ramón miró el proceso de construcción del edificio. Posiblemente no comprendió los símbolos labrados en la cantera, sí en cambio tuvo devoción en el templo por la imagen religiosa.
Doña Guadalupe Appendini da retazos testimoniales del mozalbete hijo de escribano público: inquieto, lector. Pero no ignoremos: la obra, la memoria y los hitos entorno a él, lo construyeron en el bronce y cantera de hoy.
Fuera de la historia literaria y de la literatura, Ramón es un actor en la multitud: los materiales de lectura, los métodos impuestos de aprendizaje, los libros utilizados en esa infancia no fáciles de localizar. José E. Pedrosa, buen masón, buen católico, buen pedagogo, bueno él, en Memorias de Instrucción da huellas de la infancia y del Jerez donde fue trazado Ramón López Velarde.
Postada
Destaco en las actividades de las Jornadas Lopezvelardeanas, la representación de Ramón en los pósteres, es totalmente 2024. La creación es de Iván Cisneros y Gaby Rivera, ambos del Instituto de Cultura.