Susana Rodríguez Márquez, titular de la Secretaría del Agua y Medio Ambiente (SAMA), reconoció que ante los bajos niveles de agua en la entidad existe una crisis hídrica y, “en caso de que no llueva este año sería el comienzo de un riesgo inminente”. Una de las propuestas es modernizar 140 plantas de tratamiento, aunque no hay recursos disponibles.
Explicó que presentaron la propuesta al gobernador David Monreal Ávila para iniciar con proyectos de uso de agua reciclada. Y más allá de las recomendaciones de reutilizar el líquido, se buscará darle el tratamiento adecuado para purificar la mayor cantidad posible.
Mencionó que existe el proyecto para replicar métodos que se utilizan en otros países para purificar el agua, porque a estas alturas de junio no hay lluvias, “es preocupante y por eso se tienen que habilitar las plantas tratadoras”.
Aceptó que para poner en marcha los proyectos es costoso y no es fácil, pero el mandatario estatal realizará las gestiones con la federación para bajar recursos e invertirlos en plantas tratadoras, las cuales no funcionan al 100 por ciento.
El objetivo es atender inicialmente la zona conurbada, que es la más crítica.
AUMENTAN ZONAS DESÉRTICAS
Rodríguez Márquez informó que actualmente la entidad cuenta con 140 plantas tratadoras, de las cuales solo funcionan 40 por ciento a la mitad de su capacidad. “Ninguna trabaja con normalidad, por eso es importante inyectarle recursos para iniciar con procesos de purificación”.
Asimismo, explicó que es posible lograr el saneamiento de las aguas tratadas y citó como ejemplo el sistema implementado en Durango, donde el nivel de purificación de una planta superó la calidad de agua del grifo, pero para hacer esto realidad en Zacatecas se requieren recursos que actualmente no hay.
Finalmente, refirió que los cuerpos de agua en la entidad, principalmente las presas, cuentan con una cantidad extremadamente baja y “para evitar que se sequen totalmente debe generarse conciencia para darle un buen uso y tratamiento”.
El año pasado, Susana Rodríguez advirtió que en el territorio estatal crece la superficie desértica, derivado de la falta de agua.
Hay pocas lluvias y la humedad en las tierras es cada vez menor, “los estragos son visibles y van en aumento”, señaló.
PRESAS, AL MÍNIMO
La falta de lluvias, el incremento de las temperaturas y la ausencia de acumulación de agua encendieron las alarmas en Zacatecas porque el nivel de las presas se redujo drásticamente.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que las 14 presas principales del estado se encuentran en promedio a 28.5 por ciento de su capacidad y, aunque se reconoce la escasez, el líquido disponible aún se utiliza para el riego agrícola y los abrevaderos para el ganado.
Las presas con mayor afectación son la Santa Rosa y Leobardo Reynoso, que se encuentran a 7.7 y 16.2 por ciento, respectivamente; ambas se ubican en Fresnillo.