ZACATECAS. Los más de 1 mil migrantes varados en Calera de Víctor Rosales clamaron ayuda para llegar a Estados Unidos, pues en su viaje no solo sufren por el hambre y los climas extremos, también por los abusos de las autoridades y de la delincuencia organizada.
Así lo expusieron este viernes, cuando cumplieron 72 horas varados en el patio de maniobras de ferrocarriles, desde donde recordaron las agresiones de los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), quienes “nos maltratan, nos quitan el dinero y nos entregan a los cárteles”.
Por esta situación, aseguraron sentirse “secuestrados” en México e incapaces de cumplir con su objetivo: huir de la guerra, del narcotráfico y de la violencia padecidas en sus países de origen alcanzado el sueño americano.
Detallaron que aun cuando la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ) acudió a recabar información para remitirla a la institución nacional, los centro y sudamericanos criticaron que no han tenido respuesta ni protección.
“Queremos seguir, pero no hay manera. Migración no nos apoya; cada vez que nos paran lo hacen en partes donde no hay gente para poder hacer impunemente su trabajo ilegal”, reclamaron.
Además, reprocharon que la intención de las autoridades es regresarlos a Tapachula, Chiapas, donde sufrieron extorsiones.
GRAN CONTINGENTE
Los latinoamericanos expresaron que entre los 1 mil que conforman la caravana, hay aproximadamente 400 niños, así como un número indefinido de embarazadas, adultos mayores y heridos, que están fracturados o lastimados de una o ambas piernas por intentar subir al tren.
Suplicaron por ayuda para avanzar, pues subrayaron que las necesidades son muchas y buscan que al menos se cumplan sus derechos humanos.
“Si como migrantes estamos cometiendo una falta por no tener documentos para transitar, por lo menos que nos den oportunidad de que paguemos una multa para seguir tranquilos nuestro camino, que no es México, sino Estados Unidos, nuestro sueño americano”, enfatizaron.