Rubén Moreira y las lecciones sobre seguridad que no se ven en campañas
Mire, estimado lector: todo empezó porque al estar buscando determinadas lecturas en Internet, por mera casualidad di con algo que me pareció una maravilla de estudio: “‘Reconquistando’” La Laguna. Los Zetas, el Estado y la sociedad organizada, 2007-2014”, de Sergio Aguayo y Jacobo Payán.
Después de leerlo, se me abrieron muchísimas interrogantes que me hicieron cuestionarme lo que he escuchado sobre propuestas gubernamentales en materia de seguridad pública por parte de aspirantes a cargos de elección popular. La verdad es que no he escuchado mucho, así que compártame lo que usted considere.
El estudio coordinado por Aguayo es un bálsamo de entendimiento de las circunstancias anteriores, en determinado momento y posteriores, del lamentable y doloroso episodio de violencia severa que vivió el estado de Coahuila y que se enfocó particularmente entre la zona fronteriza, pero más en la zona de La Laguna.
“La narrativa sobre la violencia criminal en México realza lo negativo y minimiza los casos de éxito. Este libro es diferente porque explica las razones por las cuales en la región de La Laguna se logró reducir el número de homicidios y desapariciones y empezó a atenderse a las familias de las víctimas.
Los dos factores clave son: 1) los tres órdenes de gobierno hicieron a un lado diferencias partidistas para coordinarse y 2) dialogar y responder a las peticiones de actores sociales.
El resultado fue que se logró el mejor modelo de seguridad en México. Basada en expedientes de búsqueda de personas desaparecidas en la región y en decenas de entrevistas con funcionarios de los tres órdenes de gobierno, víctimas, empresarios, miembros de organizaciones de la sociedad civil y de medios de comunicación, en esta obra se cuenta esta historia”.
Es lo que se destaca en el resumen de la obra en la página. Por eso vale la pena revisarlo, para entender una perspectiva de lo que puede venir en esta materia en muchos lugares del país.
Aquí lo que quiero destacar es que, como puede ver en el resumen del estudio que publicó el Colegio de México (y que puede descargar de manera gratuita en https://libros.colmex.mx/tienda/reconquistando-la-laguna-los-zetas-el-estado-y-la-sociedad-organizada-2007-2014/), hay un mundo de pendientes a entender, dimensionar y analizar -dependiendo del actor que revisemos- porque unas cosas se refieren a los gobiernos, a sus organizaciones y ámbitos, y otras tantas a la sociedad civil y a los medios de comunicación, entre otros.
Pero un punto fundamental es la decisión gubernamental y luego la coordinación entre los involucrados.
Con esto como contexto, debo decirle que esa lectura me llevó a otra que, le aseguro, es muy importante para quienes gustan de los asuntos públicos como analistas, pero sobre todo como protagonistas. Rubén Moreira Valdez, gobernador coahuilense entre 2011 y 2017, y Rubén Aguilar Valenzuela, vocero de comunicación del ex presidente Vicente Fox Quesada, publicaron “Jaque mate al crimen organizado. Coahuila: una estrategia multidimensional para la paz” (Editorial Planeta, México, 2022) que, créame, viene a ser el cierre de la pinza después del estudio académico de Aguayo y Payán en términos de entender una estrategia y una propuesta actual en materia de seguridad en los estados del país.
En la introducción de su libro, Moreira y Aguilar señalan que “la tesis que aquí sostenemos, con base en la experiencia del gobierno de Coahuila (2011-2017), es que el problema [de la violencia en los estados] solo se puede resolver si los estados, en el marco de una estrategia, se deciden a enfrentarlo y los hacen con sus propias fuerzas de seguridad.
Las federales actúan de apoyo, pero no son las responsables de la estrategia. El Ejército y la Marina ofrecen una contribución valiosa, pero sobre ellos no recae la responsabilidad de devolverle la paz a la ciudadanía”. ¡Vaya tesis!, ¿no cree?
Y siguen asegurando que “el problema solo se puede resolver con la voluntad política del gobernador para asumir la misión de hacerle frente, con sus propios recursos, en el marco de una estrategia multidimensional. Si bien el peso de las decisiones de operación y el seguimiento de la estrategia es responsabilidad del gobernador, se requiere también de la acción concertada de los tres órdenes de gobierno” (p.14).
La tesis que lanza no es cualquier cosa. Pone a los titulares de los poderes ejecutivos de las entidades federativas como el eje central de la construcción de soluciones para recuperar la seguridad y que disminuya la violencia en los estados.
Por ello es el título de esta colaboración, pues Moreira señala claramente que la responsabilidad de recuperar la paz en las entidades depende de los gobernadores, con coordinación de otros ámbitos de gobierno; si a ello sumamos que el estudio de Aguayo y Payán reconocen la estrategia coahuilense como una positiva, me parece que podríamos estar escuchando decir “de la seguridad me encargo yo” a varios aspirantes a cargos de elección popular como gobernadores o inclusive alcaldes, como lo hizo Rubén Moreira en su campaña.
Quizás eso es lo que necesitamos escuchar, ¿no cree? Quizás eso sea lo que necesite para recuperar lo que se nos arrebató.
*Doctor en Ciencias Políticas y Sociales con orientación en Administración Pública, UNAM.
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