FRESNILLO. Vendedores del mercado de Cuaresma, ubicado a un costado del Mercado Hidalgo, coincidieron en que sus ventas se redujeron entre un 40 y 50 por ciento, en comparación con el año pasado.
Luis Zamorano, uno de los comerciantes del lugar, relató que se levanta desde las 5 de la mañana para preparar la mercancía, subirla a la camioneta y llegar hasta el centro del municipio, a fin de comenzar su ardua jornada, que concluye hasta las 17 horas.
Sin embargo, el largo tiempo detrás de su mesa repleta de mercancía y bajo una lona que aminora el fuerte sol o la persistente lluvia ya no buenas ventas; y así lo ha comprobado día a día desde que arrancó esta nueva temporada de Cuaresma, en la que ve un disminuido flujo de personas.
El comerciante atribuyó esto a que los jóvenes ya no se interesan en las tradiciones ni gustan de consumir los alimentos propios de estas fechas, como lo son las lentejas, nopalitos, habas, entre otros.
“La juventud ya no quiere consumir los platillos típicos de esta época, lo que se traduce en una disminución de las ventas para los comerciantes que dependemos de esta temporada”, lamentó.
Agregó que ello contribuye a que las costumbres se vayan perdiendo con el paso de las generaciones.
Relató que actualmente se instalan en el mercado de Cuaresma cerca de 50 comerciantes, de los cuales un 80 por ciento ya tienen más de 25 años conformando este espacio.
Tiempos difíciles
Lorena Pérez, otra locataria, aceptó que este año ha visto una estrepitosa reducción en sus ventas, de la cual calcula un descenso del 40 por ciento.
“Los Miércoles de Ceniza han representado uno de los mejores días de venta en otros años, pero en éste fue lo contrario. Además, por la lluvia se mojaron mis lentejas, panes y otros productos”, refirió.
Pérez detalló que varios comerciantes provienen de comunidades, aunque cada año se suman los vendedores locales para ofrecer variedad de productos, ante el festejo de la Cuaresma y Semana Santa.