ZACATECAS. La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ) solicitó a la Fiscalía General de Justicia de la entidad que, la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra la Libertad Sexual e Integridad de las Personas, se encargue del caso de un profesor que colocó cámaras en los sanitarios femeninos de una unidad académica de la máxima casa de estudios.
La instrucción viene como parte de la recomendación CDHEZ/067/2023 dirigida a la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), en la que también se solicita inscribir a dos estudiantes en el registro estatal de víctimas y ofrecerles atención psicológica por las afectaciones que pudieran tener.
Según testimonios recabados por la comisión, las alumnas se percataron de la colocación de estas cámaras, instaladas de forma indebida, y cuando le comentaron al profesor que iban a denunciar el hecho, éste les confesó que fue él quien las instaló, “durante un momento de debilidad”.
El docente les pidió que no denunciaran el hecho, ya que “le iban a arruinar la vida”, pues estaba próximo a jubilarse.
Las cámaras estaban en la lámpara del sanitario y el profesor las colocó al utilizar una escalera de tijera. Según su testimonio, no las llegó a activar y las retiró al día siguiente.
“DEBILIDAD”
El descubrimiento de las cámaras fue el 5 de julio del año pasado. Un par de días después, las estudiantes le comentaron la situación al docente.
Una de las alumnas le dijo que “eso era un acto muy cobarde, acaso no tiene esposa, mamá, hijas o hermanas”. Ante lo cual él se hizo el sorprendido.
Luego, cuando las afectadas propusieron ir a reportarle la situación al director fue cuando el académico admitió su responsabilidad.
Para febrero de este año, la CDHEZ ya recababa testimonios. En un informe, el propio académico reveló que aquel 5 de julio, entre las 7:30 y las 8 horas “en un arrebato despreciable”, colocó las cámaras en los sanitarios. No las activó, según él, porque escuchó ruidos y pensó que alguien entraría.
Además, existen testimonios que recabó la comisión que señalan que este profesor sospechosamente salía más veces al baño y que en una ocasión lo vieron encerrado en el sanitario.
La CDHEZ apuntó que “no tiene la menor duda” de la veracidad de las estudiantes y que incluso hay una confesión por parte del docente, por lo que procedió la recomendación.
Una de las alumnas dijo tener pesadillas y que no podía concentrarse. Se lo comentó al profesor. Y éste, antes de admitir su culpa, trató de disuadirlas de no denunciar: “en México la ley avanza muy lentamente”.
Cuando le insistieron que las acompañara a ir con el director a denunciar, dijo: “tengo una confesión, fui yo, yo puse las cámaras. Por un rato de debilidad y les pido mil disculpas. Perdón, se los juro que no tengo ninguna imagen”.