CIUDAD DE MÉXICO. El Instituto Nacional para el Bienestar (Insabi), el modelo del Presidente Andrés Manuel López Obrador para elevar el sistema de salud pública al nivel de Dinamarca, pero desaparecido ayer, recibió más de 400 mil millones de pesos desde 2020, y en su primer año de creación dejó 15.6 millones de mexicanos sin acceso a servicios de atención, según las cifras oficiales.
El objetivo era brindar servicios de salud y medicamentos gratuitos a 69 millones de mexicanos.
En 2020, al comparar la política de desarrollo social de 2008 a 2018, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) concluyó que el mayor avance en ese lapso fue que la carencia de acceso a servicios de salud había disminuido en 22.2 por ciento, al pasar de 38.4 millones de personas a 20.2.
«Los avances se debieron en buena medida a la expansión en la cobertura del Seguro Popular, que en 2018 logró que 42.2 por ciento de la población (52.8 millones de personas) se afiliara a éste y contara con la posibilidad de acceder a servicios de salud», indicó el Coneval en su informe de política de desarrollo social 2020.
Sin embargo, en el más reciente informe, publicado en diciembre pasado, cuyo análisis comparó los resultados de 2018 a 2020, el Coneval indicó que el avance se había revertido y 15.6 millones de mexicanos más se quedaron sin servicios de salud, lo que esto afectó a los más pobres, principalmente en Oaxaca, Chiapas y Guerrero.
«El porcentaje de personas con esta carencia aumentó entre 2018 y 2020, al pasar de 16.2 a 28.2 por ciento a nivel nacional, lo que en términos absolutos significó que en 2018 había 20.1 millones de personas con esta carencia, mientras que, en 2020, la cifra fue de 35.7 millones de personas», indicó el Coneval
«Lo anterior representó un incremento de 15.6 millones de personas que reportaron no estar afiliadas, inscritas o tener derecho a recibir servicios de salud en una institución pública o privada».
El Insabi fue creado el 29 de noviembre de 2019 y comenzó a funcionar el 1 de enero siguiente.
«Hoy es un día histórico para México. Ahora la salud pública, y sobre todo la salud de los más desfavorecidos, ya nunca más será para lucro o negocio de nadie. La salud pública de las mexicanas y los mexicanos tiene ahora en el Insabi a su principal promotor y defensor», dijo entonces el nuevo director del Instituto ahora fallido, Juan Antonio Ferrero.
«Ya no existe el llamado Seguro Popular, que para mi manera de ver las cosas y por la experiencia, ni era seguro ni era popular. No se garantizaba el derecho a la salud», apuntó López Obrador una semana después.
El Insabi, que llegó a atender apenas a 12 millones de personas, también iba a ser la institución que contrataría a todo el personal médico, pero desde el año pasado fue presentado su sustituto, el Órgano Público Descentralizado IMSS-Bienestar para garantizar servicios de salud y basificar a su personal.
«Me preocupa que al calor de políticas públicas que no dieron resultados adecuados se generaron miles de expectativas y de esperanza», reprochó entonces el Gobernador de Nayarit, el morenista Miguel Ángel Navarro.
El martes pasado, a iniciativa de Morena, la Cámara de Diputados aprobó reformas a la Ley General de Salud para desaparecer el Insabi, a tres años de su creación.
Jorge Ricardo- Agencia Reforma