ZACATECAS.- De acuerdo con expertos, la atención psicológica es un elemento fundamental para la reinserción social de los criminales, pero en uno de los principales penales de Zacatecas, el Cerereso de Cieneguillas, ésta no se brinda principalmente por la falta de personal especializado.
En este trabajo especial de NTR Medios de Comunicación, psicólogos, ex y actuales trabajadores del Centro Regional de Reinserción Social (Cerereso) varonil informaron de las carencias con las que desempeñan una de las tareas que definieron como de las más importantes y complicadas, ante el aumento de la inseguridad y violencia con la que se cometen delitos.
Explicaron que el tratamiento psicológico, junto con otros, debería aplicarse en la prisión, ya que se enfoca en que los internos no vuelvan a delinquir cuando sean liberados.
Los profesionales, quienes prefirieron el anonimato por protección, explicaron que no es posible ofrecer atención psicológica personalizada a los reos, pues el Cerereso sólo dispone de 11 personas para atender a una población de mil 96 reos, en el área varonil.
Argumentaron que el sistema para el tratamiento no es el adecuado, ya que su trabajo se basa en la cantidad y no en la calidad, con el agravante de la saturación por el incremento de la delincuencia.
De esta manera, el reo sólo puede acceder a este servicio de dos formas: que al momento de ingreso se le haga un diagnóstico y a partir de éste canalizarlo, o no, al área de Psicología; o que solicite la terapia por su cuenta.
“Para empezar, el recluso tiene que ir a pedir la atención, pero no se la dan de un día para otro porque existe una lista de espera que es muy amplia. A quienes ya la tienen, la terapia se les da una vez a la semana”, detallaron los psicólogos.
En caso de completar este proceso y lograr acceder a una consulta, si el interno acumula tres faltas, sin importar las razones, la terapia se suspende, pues las filas para llegar al consultorio cada vez son más largas.
Otro de los problemas que limitan la calidad de la atención y que impiden que sea personalizada y adecuada, es que se carece de la infraestructura necesaria para dar terapia, pues sólo hay seis oficinas para los 11 psicólogos que conforman la plantilla.
Un ex trabajador resaltó que, no obstante, se realizó un avance en esta área, ya que hace dos años, al inicio de la administración del actual gobernador del estado, Alejandro Tello Cristerna, eran seis especialistas para los más de mil presos.
Los entrevistados agregaron que, además, en la penitenciaria abunda el personal que no tiene el perfil idóneo para desempeñar las labores que se les encomienda, no sólo en el área de Psicología, sino en todo el Cerereso, pues refirieron que los jefes y directores contratan a individuos de su confianza.
Los psicólogos concluyeron que, con este sistema, los internos no están listos para reinsertarse socialmente, situación que se agrava con la marginación que padecen al salir del centro, pues la sociedad los marca como delincuentes.
De igual manera, ejemplificaron que los ex reclusos no pueden encontrar un trabajo estable para mejorar su calidad de vida, por lo que prefieren delinquir y regresar a los centros penitenciarios, donde tienen asegurada una cama y comida.
Sin resultados
La presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ), María de la Luz Domínguez Campos, informó que en la supervisión permanente que realizan a los Centros de Reinserción Social se observó que “no existe suficiente personal de psicología”.
No obstante, confirmó que este problema no es exclusivo del Cerereso de Cieneguillas, pues agregó que también en los centros de reclusión distritales se detectó esta carencia.
“Observamos que falta personal de psicología y esta atención es muy importante para las personas que hayan cometido un delito, o bien, que están siendo procesadas, ya que a través de estos tratamientos hacen que reconozcan que la conducta que cometieron fue una conducta incorrecta”, enfatizó.
Asimismo, explicó que las terapias hacen que los reos identifiquen plenamente por qué y cómo violentaron los derechos de terceras personas, para que puedan aceptar la pena impuesta, rehabilitarse y así ejercer actividades productivas en el futuro.
“Para lograr la reinserción social, uno de los elementos es que el proceso de comprobación de la pena se haga con las condiciones necesarias y correspondientes, donde uno de los puntos principales es la atención psicológica en conjunto con otras esenciales”, aseguró.
Ante esta problemática, la CDHEZ hizo recomendaciones a los responsables de los centros y también al director general del área de Prevención y Reinserción Social, así como un pronunciamiento formal sobre otras necesidades de las prisiones.
La titular de la comisión aseveró que, aunque las autoridades anunciaron una mayor inversión para infraestructura del Cerereso de Cieneguillas, aún se desconocen los resultados y su impacto. “Estamos esperando a que se nos informe cuáles son esas mejoras y cuáles están pendientes”.
“Respecto a la petición de psicología, se nos ha señalado que se ha contratado a personal de psicología; sin embargo, se requiere de mayores avances en esta materia”.
“Lo que hemos señalado de manera contundente es que el sistema penitenciario es el último eslabón de la justicia penal, lo que significa que, mientras no haya una inversión importante en el sistema penitenciario ni mejoramiento de la infraestructura, contratación de mayor personal de todo tipo, así como su capacitación el tema de seguridad pública y justicia penal, será complicado que tenga mayores o mejores resultados”, sentenció.
Sistema fallido
La activista Mara Muñoz Galván, representante del Observatorio de Justicia y Derechos Humanos de las Mujeres y Niñas, consideró preocupante que no se brinde la atención requerida a los criminales que se encuentran en los Centros de Reinserción Social y señaló la importancia de definir los perfiles psicológicos, como en el caso de feminicidas.
“El sistema de reinserción social es totalmente fallido, es uno de los aparatos de la burocracia con mayores deficiencias. Los hombres y las mujeres que entran a los centros simplemente parasitan el tiempo de la condena sin ninguna posibilidad de adquirir herramientas emocionales y psicológicas que les permitan poder reinsertarse en la sociedad”, lamentó.
De igual manera, expuso que no sólo se trata del factor de la deficiencia en atención psicológica, “sino que también lo vemos en las cuestiones de formación laboral y la distribución de los espacios que son insuficientes para atender a la población que está internada en los centros”.
Muñoz Galván calificó la atención prestada a este tema como sólo ocurrencias, que no se basan en diagnósticos serios de la violencia.
“Mientras no haya el entendimiento de que las acciones del [Poder] Ejecutivo y Judicial tienen que estar basadas en lo que les mandatan las disposiciones legales, tratados internaciones, entonces no vamos a avanzar en ningún aspecto”, advirtió.