México.- El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) destacó la entrada en vigor del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que favorece los derechos laborales y sociales de los empleados domésticos.
“Es un instrumento positivo mediante el cual quienes se dedican al trabajo del hogar puedan demandar y ejercer sus derechos laborales y sociales y evitar la discriminación y la violación a sus derechos humanos”, subrayó el organismo mediante un comunicado.
Recordó que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al cuarto trimestre de 2010 poco más de dos millones de personas en el país se dedicaban al trabajo doméstico.
De ese universo nueve de cada diez son mujeres, 60 por ciento pertenecen a un estrato socioeconómico medio-bajo y 64 por ciento tiene instrucción de nivel primaria o inferior.
Hizo énfasis que en 2005 se calculaba que 11.8 por ciento de las trabajadoras del hogar que viven en los lugares donde prestan sus servicios son indígenas.
El Conapred confió que con la entrada en vigor, este jueves, del Convenio 189, más de 53 millones de personas en el mundo dedicadas al trabajo doméstico estarán en posibilidad de que les sean reconocidos sus derechos laborales y sociales y dejarán de ser un sector desprotegido y explotado, cuyos derechos humanos no les son respetados.
De acuerdo con la OIT, unos 10.5 millones de menores de edad se dedican también al trabajo en el hogar y 83 por ciento del total de las personas dedicadas a esa labor son mujeres.
El convenio ha sido ratificado por Bolivia, Mauricio, Nicaragua, Paraguay, Filipinas, Sudáfrica y Uruguay.
En tanto Venezuela, Bahrein, Filipinas, Tailandia, España, Singapur, Finlandia, Namibia, Chile y Estados Unidos han aprobado legislaciones o regulaciones para respetar los derechos laborales y sociales del trabajo doméstico.
Costa Rica y Alemania, entre otros, iniciaron además el proceso de ratificación del convenio mientras que México se encuentra en proceso con miras a ese objetivo.
Desde la perspectiva de la OIT, el trabajo doméstico sin reglas laborales claras, en condiciones muchas veces deplorables, propicia que las personas sean sujetas a explotación y abusos en sus derechos humanos.
El organismo planteó que sólo 10 por ciento de las y los trabajadores domésticos en el mundo gozan de reconocimiento laboral y más de una cuarta parte es excluida de la legislación nacional en la materia.
Para la OIT el trabajo doméstico está en condiciones de vulnerabilidad por la falta de protección legal, así como de desigualdad en cuanto a horarios y salarios.