La emigración zacatecana, los dos infiernos y la carencia de un plan estratégico
Ante las violentas redadas de expulsión masiva de migrantes en el vecino país del norte, implementadas por el gobierno de Donald Trump, en Zacatecas nos enfrentamos a la carencia de un plan de contingencia estratégico para atender las necesidades de los paisanos en retorno a sus lugares de origen, en materia de empleo, salud, educación y vivienda. Y eso es grave.
La Organización Internacional de las Migraciones (OIM/ONU) en su documento “Indicadores de Gobernanza de la Migración” (2023/2024), realizado en nuestra entidad reconoce que, en Zacatecas, entidad binacional, se carece de un diagnóstico preciso sobre el retorno de paisanos en una situación de crisis. Además, hay ausencia de políticas planificadas y bien gestionadas en la materia.
Por esa razón, la emigración de origen zacatecano se desplaza en el entramado de un tormentoso doble infierno de maltratos: 1). En su tierra de origen no cuentan con opciones de empleo y proyección personal digna. Eso motiva su éxodo; y 2). Ya en los Estados Unidos de Norteamericana es brutalmente vulnerado en sus derechos fundamentales. Y ante eso, no hay poder humano que los defienda, sino solo a través de retórica insultante.
Es honesto reconocer que los altos niveles de emigración en Zacatecas están asociados a la histórica ineficiencia del aparato de Estado para estructurar un modelo económico capaz de generar empleo, bienestar y desarrollo humano digno.
Ése es otro monumental fracaso, de todos los gobiernos y partidos, que registra nuestra entidad y que pretende resolverse solo con retórica y demagogia.
Cuántos zacatecanos retornarán a su “Patria Chica”, luego de la persecución y las redadas violentas implementadas por el gobierno de Donald Trump en la mayoría de las ciudades norteamericanas. ¿Contamos con un plan integral de contingencia, bien diseñado, para hacer frente a este reto?
Estaremos preparados en realidad para recibir a los paisanos que retornarán a Zacatecas, en momentos en que se registra, aquí, el desplome brutal del empleo, el estancamiento de su economía y la mayor crisis del sistema educativo zacatecano en su historia reciente.
La UNICEF ha documentado que, del total de los migrantes en el mundo, aproximadamente 12 por ciento son niños, niñas y adolescentes.
Si consideramos como referentes aceptables esos datos, entonces podremos afirmar que, del millón y medio de zacatecanos en la Unión Americana, aproximadamente 180 mil son niños, niñas y adolescentes.
La pregunta obvia que debemos hacernos es la siguiente: ¿Cuántos de ellos retornarán a Zacatecas y requerirán de atención educativa? ¿Lo sabemos con exactitud? La verdad no creo, porque la autoridad del ramo en la entidad anda perdida, sin brújula y ensimismada en temas menores.
Que no será más importante, antes que andar distraídos miserablemente en la lucha anticipada por la sucesión del poder gubernamental del 2027, preocuparnos por la integración e implementación de un plan estratégico que atienda ese reto.
El Colegio de México (Colmex), en su extraordinario documento “Migración en Retorno y Derechos Sociales” (2020) revela que 78.5 por ciento de los jóvenes migrantes zacatecanos de regreso a su tierra, no asisten a la escuela.
Y menos del 13 por ciento de ese grupo de población, entre 18 y 24 años, del segmento demográfico migrante en retorno, cuentan con algún estudio del nivel universitario.
Los estudios realizados por el Colegio de México revelan documentadamente que, de la población migrante zacatecana en retorno, entre 12 y 14 años de edad, solo el 34 cuenta con primaria.
Los migrantes zacatecanos enfrentan enormes problemas de carácter educativo, no cubiertos con eficiencia y eso vulnera sus derechos.
El atender a las niñas y niños migrantes zacatecanos en retorno es un gran desafió, que se presenta en el actual escenario de violentas redadas que ha emprendido el gobierno de Donald Trump y cuando en Zacatecas no hay brújula en éste y otros temas.
Las barreras educativas
para niños migrantes
En el actual escenario que sufren nuestros paisanos en la Unión Americana, los infantes en retorno migratorio enfrentan grandes barreras estructurales, culturales, sociales y administrativas para su integración plena en los servicios educativos en Zacatecas.
Hoy, se requiere de un plan estratégico, para atender este asunto fundamental.