FRESNILLO. Tras permanecer siete años cerrado, el Asilo de Ancianos de Fresnillo está totalmente remodelado, pero la falta de recursos, principalmente para cubrir el pago de nóminas, impide que reabra sus puertas.
Ricardo Barba Esqueda, presidente del patronato que administra el asilo, informó que después de un proceso de rehabilitación del edificio, ahora el principal obstáculo es la falta de recursos económicos para cubrir los gastos mensuales.
El monto necesario, dijo, ronda entre los 180 mil y 190 mil pesos, los cuales serán destinados principalmente al pago del personal necesario para operar con dignidad este espacio, que cuenta con instalaciones para albergar hasta 15 adultos mayores en situación de vulnerabilidad.
“El problema por el cual no hemos iniciado ha sido el mismo que hemos estado tratando desde hace un tiempo: no tenemos los recursos para operar de manera mensual los gastos corrientes, las nóminas sobre todo”, expuso.
De 19 personas, la plantilla mínima
Barba Esqueda precisó que para la operación se necesita una plantilla mínima de 19 enfermeros, cocineros, personal de limpieza, administrativo y un guardia de seguridad para brindar un servicio adecuado.
Aunque el inmueble ya cuenta con equipamiento básico y funcional, como camas, cocina y espacios comunes, todavía se requieren algunos enseres y la ampliación de los baños para mejorar la atención.
Explicó que recientemente se llevó a cabo una mesa de trabajo entre el patronato, el ayuntamiento y representantes del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (SMDIF), en la que se plantearon distintas opciones para reactivar el espacio.
Entre las propuestas figura que personal del Municipio sea asignado temporalmente a labores dentro del asilo, lo que permitiría reducir el gasto en nómina.
“Fue una mesa de trabajo muy fructífera. Hay buenas expectativas por nuestro lado. Vemos muy viable que el asilo se aperture en un corto plazo, porque hay varias opciones que se plantearon en esa reunión”, afirmó el presidente del patronato.
Destacó la disposición del alcalde Javier Torres Rodríguez, a quien agradeció por la apertura al diálogo y el compromiso mostrado para con este espacio de atención a los adultos mayores.
Crece demanda
Durante estos siete años de cierre, la necesidad de este servicio creció. De acuerdo con información compartida en la mesa de trabajo, el SMDIF tiene más de 40 solicitudes activas de adultos mayores en situación de abandono o extrema necesidad que requieren un lugar donde vivir.
Sin embargo, la capacidad actual del asilo es de solo 15 personas, lo que representa un desafío adicional para atender la creciente demanda.
“Estoy seguro de que una vez que se aperture, ya lo tendremos lleno”, advirtió Ricardo Barba, pues “hay muchísimas personas en espera de la apertura para mudarse con nosotros”.
Uno de los puntos que más preocupa al patronato es que, debido a la inactividad del asilo, muchas de las
donaciones en especie que antes recibían por parte de empresarios locales se detuvieron. No obstante,
existe confianza en que una vez reactivado el servicio, estos apoyos regresarán.
“Hay muchas empresas dispuestas a ayudarnos; sin embargo, no lo han hecho porque no estamos en operaciones. Pero una vez reactivado, hay que reactivar también todo este tipo de apoyos que teníamos con carnicerías, tortillerías y locales del mercado de abastos”, comentó Ricardo Barba.
Otro obstáculo importante es el tema legal para recibir donativos monetarios. Actualmente, el asilo no cuenta con la autorización para emitir recibos deducibles de impuestos, requisito indispensable para recibir recursos formales de empresas o cadenas comerciales a través de campañas, como redondeos o donativos fijos.
“Estamos tramitando los recibos deducibles. Las disposiciones legales cambiaron y se hicieron mucho más rigurosas. Eso también nos retrasó bastante con nuestro objetivo de apertura”, explicó.
Entre las estrategias planteadas por el patronato para asegurar recursos sostenibles se encuentran: la asignación de presupuesto fijo por parte del municipio o el estado, la M colaboración con empresarios para establecer aportaciones mensuales y la apertura de una estancia diurna para adultos mayores con capacidad de pago, cuyos ingresos ayudarían a financiar el asilo.
Además, se evalúa la posibilidad de que algunos beneficiarios del programa federal del Bienestar que no necesiten ese apoyo lo donen al asilo, o que los mismos residentes que ingresen, en caso de recibir una pensión, aporten parte de ella para su manutención.
Aunque aún no hay una fecha oficial de reapertura, el presidente del patronato manifestó su intención de que el asilo funcione antes de septiembre. La reactivación de este servicio representa una respuesta urgente a una necesidad social crítica en Fresnillo.
“Si nosotros como asociación civil podemos aportar un granito de arena, claro que lo vamos a hacer.
Vamos a quedar insuficientes contra las necesidades que tiene Fresnillo, pero tenemos objetivos de expandirnos en un futuro”, concluyó.