EL GRAN IMPERIO AZTECA
También fuimos imperio. Muchos trasnochados en los medios de comunicación y, aquellos manipuladores que se creen haber nacido en tierras sajonas o sepa dios dónde, lo que demuestran es su cultura, aún sea básica como la que estudiamos en las primarias públicas en los años 50 y 60.
Los mexicanos también tuvimos un imperio: “el Azteca o Mexica”, tiempo de este evento tan importante sobre los orígenes de los mexicanos, no olvidemos la interesante historia donde Huitzilopochtli profetizó a los aztecas o mexicas, durante su migración desde Aztlán, que debían buscar en un lago un águila posada sobre un nopal con una serpiente entre sus garras, después de más de 200 años de peregrinar, llegaron al gran lago de Texcoco, destruido posteriormente por una visión errónea de colonización.
Establecidos en la región, fundan la gran Tenochtitlán, los aztecas logran alianzas políticas y militares para dominar del centro al sur hasta Guatemala abarcó un territorio de alrededor de 300 mil km², muy parecido a otros imperios en el mundo
La ciudad fue un centro de poder muy importante en Mesoamérica y una de las más grandes del mundo.
En 1375 los mexicas tienen su primer tlatoani reconocido por los pueblos del valle, Acamapichtli (1375-1395), reconocido guerrero e hijo de un mexica y una princesa de Culhuacán. Él y su hijo Huitzilíhuitl, quien se había casado con una hija del poderoso señor Tezozómoc de Azcapotzalco participaron junto a los tepanecas de Azcapotzalco en la conquista de Mixquic, Xochimilco, Cuitláhuac y Cuauhnáhuac (Cuernavaca).
La derrota de Azcapotzalco fue consecuencia directa de una serie de guerras por la sucesión de Tezozómoc de Azcapotzalco quien había muerto en 1426. En este mismo año, Chimalpopoca, el tlatoani mexica con sangre tepaneca (nieto de Tezozómoc) fue asesinado y sucedido por Itzcóatl (serpiente armada de pedernales), hijo ilegítimo de Acamapichtli (UNAM).
Las ciudades-estado vencedoras formaron la Triple Alianza y a partir de entonces esta unión de ciudades-estado o altépetl (cerro del agua) extendió su dominio sobre la cuenca de México y sobre gran parte del centro geográfico del México actual (UNAM).
Había un florecimiento en actividades de cultura, por supuesto su economía se fortalecía mientras más avanzaba la conquista de los pueblos en expansión, se desarrollaron avanzadas técnicas agrícolas, se fomentó la industria textil y minera, se estableció un floreciente comercio de alimentos, artesanía y esclavos, y se levantaron singulares construcciones arquitectónicas como las pirámides escalonadas.
Además de cobrar tributos a los pueblos sometidos, obtenían prisioneros para realizar sacrificios humanos y así recibir el favor de los dioses. Ahora, con esos hispanos mexicanos, halagadores del sacro rey español, se alían a ellos que señalan a los aztecas como bárbaros y sanguinarios, por los rituales, que se han estudiado, eran profundamente religiosos, como un ejercicio renovador de la vida.
“Las fiestas eran una reactualización de los mitos. Así, el sacrificio era el modo de regenerar la vida ofreciendo alimento a los dioses para que ellos, a su vez, fueran benéficos hacia los humanos” (Raúl Barrera INAH).
Estos hispanos de seguidores del reyecito español y los de VOX (aliados de Calderón y Salinas) olvidan los asesinatos y sacrificios de griegos, romanos y de la matanza de pueblos indígenas de regiones conquistadas.
Con la sorpresiva llegada de los españoles, el imperio Azteca llegaría a su fin en 1521 con la conquista de los españoles sobre los Aztecas, con la derrota del emperador Cuauhtémoc, más actos de barbarie que la de los sacrificios en Tenochtitlán, llegarían y se establecerían por alrededor de cuatro siglos.
Se quedaron con espasmos. La irracional Lilly Téllez que cree que la voltea a ver Trump o Marco Rubio, así como el líder panista, el impresentable senador Ricardo Anaya, los Alazraki y los prianistas Javier lozano y Beatriz Pagés, que no entienden que los mexicanos votaron abrumadoramente en contra de ellos por conocer sus tropelías, así que sus llamados fueron inútiles a no asistir al evento de apoyo en contra de las medidas del gobierno trumpista que dañan a los mexicanos.
Salieron miles de mexicanos que volvieron a llenar el zócalo a respaldar a Claudia Sheinbaum y lo volveremos a ver, porque es el pueblo el que ahora manda para defender la soberanía.