MONTERREY, NL. Aunque de un alcance mucho menor, porque en aquella ocasión Donald Trump sólo castigó al acero y aluminio mexicanos, a lo que México respondió con aranceles compensatorios, el conflicto de tarifas entre los dos países duró casi un año.
Fue en junio del 2018 cuando en su primer mandato al frente de EU, Trump impuso al País (y al mundo) un arancel del 25 por ciento al acero y otro del 10 por ciento al aluminio.
México respondió a partir de julio de ese año con aranceles retaliatorios a Estados Unidos por 3 mil millones de dólares.
Fueron del 15, 20 y 25 por ciento a productos agropecuarios, y del 15 y 25 al acero y aluminio, incluso otro de 15 por ciento a barcos de motor.
Los productos agropecuarios estadounidenses castigados fueron el puerco, quesos, manzanas, uvas, papas, arándanos y whisky tipo Tennessee o Bourbon.
En los productos de acero estuvieron laminados planos, lámina caliente y fría, recubiertos, alambrón de hierro o acero sin alear, exceptuando los tubos de acero a los que se les aplicó un gravamen de sólo 5 por ciento.
En el caso de la carne de puerco, México tuvo que abrir un cupo de 350 toneladas libre de arancel para evitar desabasto en el mercado nacional.
En aquella ocasión, siendo Secretario de Economía Ildefonso Guajardo, en la Administración de Enrique Peña Nieto, se identificaron sectores exportadores estadounidenses que tenían una alta dependencia de México y que eran mayoritariamente votantes de Trump para ser objeto de la retaliación, dieron cuenta entonces ediciones de EL NORTE.
En mayo del 2019, Estados Unidos y México, ya bajo la Presidencia de López Obrador, llegaron a un acuerdo para levantar sus aranceles.
El modelo de impuestos compensatorios ya lo había aplicado México en marzo del 2009, cuando le impuso a EU aranceles a 89 de sus productos en un rango de entre 10 y 45 por ciento, centrados en productos agropecuarios.
También se incluyeron dentríficos, champúes y hasta papel sanitario, debido a que desde el 2000 la Unión Americana debió haber permitido la entrada de camioneros mexicanos a todo su territorio, según lo dispuesto en el TLC, pero no lo hizo argumentando cuestiones de seguridad.
Luis Alberto Díaz
Agencia Reforma