ZACATECAS. Este 2025 se cumple el décimo aniversario del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. En conmemoración de la fecha, académicas de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) coincidieron que cerrar la brecha de género en la ciencia requiere derribar estereotipos y promover modelos que inspiren a las niñas, así como apoyar el avance de las mujeres científicas a través de programas específicos y fomentar entornos que promuevan la inclusión, la diversidad y la equidad.
Mujeres como agentes de cambio
Imelda Ortiz Medina, docente de la Unidad Académica de Economía (UAE), indicó que la mujer juega un papel fundamental tanto en las ciencias exactas, como en las sociales humanísticas.
“Tenemos a Marie Curie, Ada Lovelace, Lise Maitner, Rosalind Franklin y muchas más, cuyas aportaciones han sido fundamentales para el desarrollo científico y tecnológico. En el ámbito social-humanístico, en particular en la defensa de la igualdad y los derechos de las mujeres, existen las contribuciones de Virginia Woolf, Clara Zetkin, Clara Campoamor, Simón de Beauvoir, entre otras, gracias a quienes hoy podemos asistir a una universidad y participar en la vida política y económica de una manera más libre. Por ello, la participación de la mujer en la ciencia permite crear sociedades más igualitarias, justas y equitativas.
En su mensaje, la investigadora destacó que, en un principio, es necesario visibilizar la discriminación y exclusión que existe hacia la participación de la mujer en la ciencia y hacer conciencia en la sociedad sobre la existencia de modelos culturales que la objetivan, eliminando barreras culturales y patrones machistas que van desde comportamientos al interior de la familia (tipos de juguetes, responsabilidades en el hogar, etc.), hasta aquellos que piensan que la mujer solo puede estar en casa atendiendo hijos y marido.
“Urge garantizar a la mujer el acceso a la investigación, creando oportunidades y condiciones reales para su desarrollo desde la difusión hasta la creación de leyes que faciliten y propicien su inserción. Es decir, es necesario decodificar y reconstruir un nuevo papel de la mujer, en el que ella sea un agente activo del cambio”, sentenció.
Mujeres difusoras de la ciencia
Por su parte, Nancy Janeth Calvillo Guevara, responsable de la Maestría en Matemática Educativa perteneciente a la Unidad Académica de Matemáticas (UAM) y de la Olimpiada Mexicana de Matemáticas en el estado, señaló que históricamente se prohibió a las mujeres opinar o prepararse en temas de ciencia. Sin embargo, gracias a las mujeres se rompieron las reglas, como Hipatia de Alejandría o Marie Curie, es que ahora tenemos más oportunidades.
Aunque las ciencias básicas es un área en la que domina la presencia masculina, en la actualidad también hay representantes femeninas, que abonan tanto en el ámbito académico como en la generación de mejores espacios para la creación y divulgación.
En la Unidad Académica de Matemáticas se ha reconocido que hay una presencia importante de mujeres líderes que han sabido sacar adelante a esta unidad, desde la dirección, que a partir del 2000 ha estado dirigida por mujeres: Gema Mercado, Lorena Jiménez, Judith Hernández, Elvira Borjón y Leticia Ramírez, por su puesto, apoyadas por toda la planta docente.
Desde el punto de vista de Calvillo Guevara, hay que seguir promoviendo modelos a seguir, y esto a través de los mismos foros en los que se presentan resultados de proyectos, en donde regularmente participan mujeres universitarias destacadas.
Además, puntualizó que en los proyectos de divulgación de las ciencias, es ahí donde las niñas pueden visualizar a las mujeres universitarias científicas, tanto profesoras, como estudiantes de carreras de ciencias básicas. “En el caso de Matemáticas, tenemos varios proyectos de vinculación que siempre están activos, promoviendo esto: la Olimpiada de Matemáticas, talleres del Museo de Matemáticas y talleres de difusión creativa de las matemáticas”.
Mujeres impulsoras del desarrollo de conocimiento
Valeria Maeda Gutiérrez, docente investigadora de la Unidad Académica de Ingeniería Eléctrica (UAIE), comentó que, aunque históricamente la participación femenina ha sido invisibilizada, las mujeres siempre han contribuido al desarrollo del conocimiento, muchas veces sin el reconocimiento merecido.
“Cada vez somos más mujeres que destacamos en diversos campos científicos, rompiendo barreras y demostrando que el talento no tiene género. Y a pesar de los avances, aún enfrentamos desafíos como la desigualdad y la persistencia de estereotipos de género. Sin embargo, cada paso que damos abre camino a futuras generaciones”, acotó. Participar en la ciencia no es solo un triunfo personal, sino un acto de transformación colectiva que ayuda a construir una comunidad más equitativa e inclusiva.
Al dirigirse a las mujeres, la docente les aconsejó que confíen en sus capacidades, se rodeen de mentoras que las inspiren y nunca dejen de aprender. La ciencia y la tecnología son áreas desafiantes, pero también gratificantes. Participar en proyectos, hacer preguntas, colaborar con otras mujeres y hombres apasionados por la investigación, es clave para abrirse camino. También es importante visibilizar sus logros y compartir experiencias para motivar a las futuras generaciones.
“He visto un aumento constante en la participación de mujeres en carreras de ciencia y tecnología. Las estudiantes destacan por su compromiso, creatividad y visión innovadora, especialmente en áreas como la ingeniería biomédica, donde juegan un papel esencial en el desarrollo de soluciones que mejoran la calidad de vida de las personas. Seguimos trabajando para fomentar un entorno inclusivo y equitativo que inspire a más mujeres a elegir estas disciplinas y contribuir con su talento”, finalizó la también miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII) con nivel C.
Ciencia hecha por y para las mujeres
Norma Angélica Becerra Cuevas, estudiante del Doctorado en Ciencia Política, indicó que históricamente las mujeres han construido conocimiento científico de suma importancia, relevancia e innovador. Han sabido comprender y explicar los fenómenos naturales, sociales, culturales, económicos y de toda índole que nos rodea.
Además, resaltó que las mujeres hacen ciencia no solamente desde una visión, que suele ser reduccionista; sino que partimos de sus propias experiencias, formas de vida y contextos, intentando hacer ciencia desde la interseccionalidad. Sin embargo, dado que los campos de conocimiento no escapan de los procesos sociales que marginan a las mujeres, sus aportaciones han sido invisibilizadas y cuestionadas. Por ello es tan importante continuar con la difusión y divulgación de la ciencia hecha por y para las mujeres.
Detalló que es importante reconocer las barreras a las que se enfrentan día a día, para así poder responder con acciones eficaces. En los espacios académicos es común que la ciencia tenga como punto de partida una visión androcéntrica, por lo que aconsejó al género femenino, cuestionar siempre nuestras formas de hacer ciencia, las interrogantes que nos planteamos, y las metas a las que queremos llegar.
“Con esto no quiero decir que las mujeres sólo debemos hacer ciencia para mujeres, pero sí es necesario poner esas experiencias y necesidades a las que me refería antes, en el centro de nuestras investigaciones. Luego, creo conveniente crear redes solidarias con nuestras compañeras científicas y con nuestros compañeros que suman esfuerzos para construir entornos más equitativos”, manifestó.
Al hablar de su experiencia como mujer universitaria, externó que en las áreas en las que labora, como los es en Derecho y Ciencia Política, las mujeres suelen realizar investigaciones relativas a las problemáticas que las afectan como sociedad. En ese sentido, las distintas violencias por razones de género (sus causas, consecuencias y posibles soluciones), y la poca representación política y social que tenemos, o la marginación y exclusión en distintos contextos, son los temas en los que se insertan sus investigaciones a favor de la ciencia.