VALPARAÍSO. Lo que recuperaron en tres años, luego de ser desplazados por la delincuencia organizada, cuatro familias de Las Atarjeas lo perdieron todo en un incendio registrado el fin de semana. Al desconocer la causa del siniestro, los afectados informaron que no presentarán alguna denuncia y esperan el apoyo de las autoridades y la ciudadanía.
Los afectados fueron Jesús, Victoriano, Uriel y Armando Elías, representantes de las cuatro familias. Este último relató que el 2 de febrero estaba de camino a la labor cuando vio a lo lejos una columna de humo negro que se alzaba varios metros. Era la quema de 3 mil 800 pacas de forraje.
Además, las llamas consumieron un terreno de agostadero de alrededor de cien hectáreas, tejabanes, corrales de manejo, láminas, una aspersora, motobombas, una empacadora, tres tinacos de 5 mil litros, mangueras y diésel de reserva.
También el fuego terminó con una bomba sumergible, un depósito de geomembrana con capacidad de 60 mil litros y paneles solares, así como el alimento para los animales, “de lo que se acuerda uno por lo pronto, pues apenas estamos en el conteo de pérdidas”, señaló Armando.
Precisó que “apenas nos andábamos levantando, como también fuimos desplazados hace tres años por la inseguridad”.
Aseveró que tras dos años de esfuerzo se perdieron los implementos agrícolas que habían recuperado, pues “comprábamos como podíamos”. Mientras las pacas de forraje que se perdieron son las que se acopiaron la temporada pasada.
PLANES TRUNCADOS
Armando explicó que apenas planeaban comenzar las labores en un invernadero que tenían, en el que producían variedad de frutas y verduras según la temporada, como calabaza y jitomate.
Lo anterior, debido a que un bordo del que se nutría se quedó sin agua a causa de la sequía de los últimos dos años, aunque con las lluvias de la temporada pasada ya tenían condiciones de riego suficientes. Sin embargo, el fuego arrasó con todo.
PRECAVIDOS
Al preguntarle a los afectados si interpondrían las denuncias correspondientes por los daños, respondieron que “por precaución así dejarán el tema”, ya que desconocen cuál fue el origen del incendio.
Únicamente, ahondaron, realizan el recuento de daños como un requisito que les pidió el ayuntamiento, en la espera de que les otorguen algún tipo de ayuda.
Comentaron que el día del siniestro fueron respaldados por la Comisión Nacional Forestal (Conafor), además de voluntarios que sumaron entre 60 y 70 personas que contribuyeron a apagar las llamas.
Reconocieron que necesitan ayuda ante las pérdidas registradas. “Si la gente nos pudiera ayudar, todo es bienvenido”.