JUCHIPILA. De manera artesanal, el ex boxeador profesional Cesar “Carita” Robles construyó su Gimnasio de Boxeo, al que llamó El Último Caxcan. A pesar de no tener ningún tipo de apoyo de gobierno, sigue con la firme convicción de sacar a un Campeón del Mundo.
En medio de una cochera, la cual le pertenecía a su padre, Cesar empezó su sueño con puras donaciones y recurso propio. Así, empezó a recibir a cientos de jóvenes del municipio, quienes, hasta la fecha, siguen practicando el boxeo.
El corazón del gimnasio lo compone un ring artesanal, hecho de tarimas, alfombras y un toque de creatividad que incluso ha recibido algunas funciones de box, con pugilistas locales.
A un costado del cuadrilátero posan las estructuras de metal que el propio Robles soldó para sostener los costales y las peras, además de crear una barra para el cabeceo con un resorte para motos.
Denuncian abandono
En entrevista a NTR Deportes, Carita denunció el abandono de las autoridades estatales, “no se olviden de Juchipila”, exclamó, ya que poco y nada han recibido para poder crecer en materia deportiva.
“Ya tenemos desde el 2012 y nunca hemos recibido un par de guantes por parte del Instituto de Cultura Física y Deporte del Estado de Zacatecas (Incufidez) y hemos competido para ellos”.
Destacó que el principal sostén para poder mantener la academia es la inversión privada con las pequeñas empresas que los patrocinan y, sobre todo, el apoyo de los paisanos.
El sueño del Carita
A pesar de ello no han desistido en mantenerse firmes en la disciplina boxística, ya que la motivación de Cesar es poder pulir al próximo campeón del mundo.
“Existe un proverbio boxístico que dice: ‘nunca se sabe cuando va a entrar el próximo campeón por la puerta de tu gimnasio’, entonces es lo que nos mantiene con el sueño”.
Consiente de que “para los entrenadores las estadísticas son muy crueles, porque de un millón de boxeadores solo uno logra ser campeón del mundo”, aun así existen otras motivaciones que han surgido en su gimnasio.
“A lo largo de esa búsqueda tú te das cuenta de que llegas a tener campeones de la vida, porque he tenido alumnos que hicieron carrera en el amateur y luego se van a estudiar su carrera profesional y te enteras de que se logran de nutriólogos, de médicos y a mí me da gusto”.
A casi 200 kilómetros de la capital zacatecana, la Academia El Último Caxcan exige ser vista y considerada por las autoridades para poder crecer, así lo resaltó Cesar Robles.