CIUDAD DE MÉXICO. A un año de la devastación causada por el huracán «Otis», y el reciente paso de la tormenta «John», Acapulco aún no se levanta de los desastres y, además, en este 2024 ha padecido el incremento de la violencia.
La violencia y la extorsión han afectado a hoteleros, comerciantes, transportistas y pobladores en general.
En 2024, ha habido un alza en homicidios dolosos, así como el asesinato de cinco transportistas y camiones incendiados en este municipio gobernado por la morenista Abelina López Rodríguez desde hace tres años.
En 2021, de acuerdo con las cifras del Secretariado del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), se reportaron 443 homicidios; en 2022, 437, y en 2023, 452. Para octubre de este 2024, la cifra de asesinatos es de 572.
Especialistas e inversionistas urgen a rescatar el puerto, pues la violencia frena la actividad económica y se suma a los daños por los desastres naturales.
Desde hace por lo menos una década, la ciudad arrastra omisiones de sus autoridades en obras hidráulicas y red de drenaje que abonan a la crisis de inundaciones, aseguran los expertos.
Ricardo Trejo, director de la empresa de análisis Forecastim, señala que debe haber un reordenamiento territorial coordinado y regional en donde se canalicen inversiones en infraestructura urbana, lo que significa un reto, dado que implica destinar recursos públicos y privados en ese ámbito.
«Cuando impactó ‘Otis’ en Acapulco, estimamos que la reconstrucción se podría dar en cinco años, pero ha habido poco progreso, y para ver el Acapulco que se tenía, se tendrán que esperar cinco años más, es decir, esto podría ser en 10 años», indica Pedro Azcué, director general (CEO) de JLL México.
‘Es un retrete’
Zeferino Torreblanca, ex Alcalde de Acapulco y ex Gobernador de Guerrero, lamentó el abandono del Gobierno.
«Es un retrete. Es la realidad. No opera nada. Todo está sucio y la autoridad no puede. La gente no puede transitar en Acapulco por las protestas. Hay ley, pero no hay autoridad», cuestionó.