WASHINGTON. Por segunda vez, Donald Trump será Presidente de Estados Unidos tras doblegar ayer de manera arrolladora a la demócrata Kamala Harris.
La ola roja llevó a los republicanos a ganar también el Senado y la Cámara de Representantes.
De manera contundente, Trump ganó estados norteños clave como Pensilvania, Michigan y Wisconsin, además de Georgia y Carolina del Norte que le dieron la ventaja fundamental. Además como se esperaba, triunfó en Florida, que da 30 votos electorales, y Texas con 40.
El voto popular en todo el País arrojaba un 51.7 por ciento de sufragios al republicano y un 47 por ciento a su opositora Harris.
Hallado culpable por falsificación de registros comerciales en el Estado de Nueva York y enfrentando diversos procesos judiciales incluyendo el conspirar para interferir la transferencia pacífica del poder en 2020, Trump se abrió paso en una campaña donde sufrió dos atentados y en la que mantuvo su característico tono agresivo, racista e insultante.
El discurso antiinmigrante e incluso las expresiones de un comediante que le apoyó en campaña, de calificar a la isla de Puerto Rico como «basura flotante», no hicieron mella en las simpatías latinas.
Por el contrario, de acuerdo con las encuestas de salida organizadas por medios estadounidenses, entre los votantes trumpistas, la preocupación prioritaria era el control de la migración irregular.
A nivel nacional, Trump habría obtenido un 40 por ciento del voto latino, de acuerdo con un análisis hecho por la agencia AP en lo que significaría una mejora significativa respecto a la contienda de hace cuatro años que perdió contra Joe Biden y en la que obtuvo un 32 por ciento de la adhesión latina.
«Yo no digo que todos los inmigrantes sean malos, pero el asunto es el que se deje entrar a gente que mata, que viola y que no son buenos miembros de la sociedad», dijo Brooklyn, una joven votante trumpista en el condado de York en el sur de Pensilvania.
En un recorrido hecho por Grupo REFORMA en dicho estado bisagra, algunos votantes de origen puertorriqueño no culparon directamente al candidato republicano por las burlas racistas contra Puerto Rico, expresadas por un comediante durante un mitin del magnate en la ciudad de Nueva York.
Mientras Trump lanzaba un mensaje en X en tono triunfalista, el vocero de Kamala Harris anunciaba que la demócrata no haría comentarios sobre los comicios porque faltaban votos por computar aunque la tendencia era clara hacia la victoria republicana.
«¡Demasiado grande para manipularlo!», escribió Trump poco antes de la medianoche, refiriéndose a la ventaja que mantenía sobre la vicepresidenta en el Colegio Electoral.
Sobre las primeras horas de este miércoles, cuando Trump rondaba sobre 240 votos de los 270 necesarios, fueron decantándose sus victorias en Georgia, que suman 16 votos electorales, y Pensilvania, que da 19 votos electorales; aventajaba en Wisconsin, con 10 votos electorales, y Michigan con 15 lo que le daba el margen suficiente para consolidar su triunfo.
José Díaz Briseño
Agencia Reforma