CIUDAD DE MÉXICO. Para productores de tortilla, el precio de este alimento no depende solo de voluntad política, por lo que para buscar una reducción se deben trabajar programas integrales que atiendan desde temas de inseguridad, el cobro piso, extorsión y hasta regulación y abasto de la materia prima.
Por ello, para Homero López García, presidente del Consejo Nacional de la Tortilla (CNT), el anuncio que hizo el martes Julio Berdegué, Secretario de Agricultura, para lograr acuerdos con la industria que reduzcan en 10 por ciento el precio en términos reales, fue precipitado y sin sustento.
«Veo la declaración del Secretario muy adelantada, precipitada, el señor debería meterse más al tema y ver cuáles son los factores que tienen que ver con el precio de la tortilla; su declaración fue desacertadamente anticipada», consideró el representante del gremio de productores de tortilla.
En México, el precio de la tortilla va de los 22 hasta los 32 pesos por kilo, una variación que, de acuerdo con el CNT, depende de costos de insumos como el propio grano, la luz, el gas y la mano de obra, además del impacto por inseguridad.
«El precio de la tortilla no lo fijan dos harineras, ni las 14 que hay en México; el precio se fija en cada negocio, dependiendo de la situación.
«No podemos decir que a una tortillería le va igual de bien que a una harinera, porque no sufren inseguridad, extorsiones, cobro de piso, y demás, que es un tema muy marcado», cuestionó.
Para el representante del Consejo, organismo con presencia en 75 por ciento del territorio nacional que sólo en la zona central cuenta con 20 mil establecimientos adheridos, si este Gobierno busca incidir en el precio de la tortilla, no solo debe negociar con las grandes harineras del País, sino revisar toda la cadena de suministro.
Adicionalmente, deberá resolver problemas de inseguridad en los negocios, como el cobro de derecho de piso.
De acuerdo con datos del Inegi, en julio pasado el kilo de tortilla a granel se comercializó en 30 pesos en ciudades como Acapulco, Puebla, Hermosillo y Tepic, mientras que en la CDMX y el Valle de México, el precio estuvo en alrededor de 22 pesos.
López García consideró que el Gobierno de Claudia Sheinbaum tiene la oportunidad de mejorar la relación de trabajo con los productores de tortilla, que no fueron considerados en el Sexenio pasado e incluso el producto dejó de ser considerado en la canasta básica.
«Si no tienen un programa concertado y únicamente lo quiere hacer, como lo han hecho, casi obligar a que la industria mantenga un precio eso no va a pasar», dijo.
«Tenemos que sentarnos todos los sectores y ponernos a atender esto, pero de una forma imparcial, sin beneficiar a nadie».
Por su parte, Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, opinó que para reducir el precio de la tortilla, el Gobierno deberá además negociar con tiendas de autoservicio, tarea que no será sencilla.