ZACATECAS. “En mi cumpleaños 31 fue el día en que volví a nacer, pues fue cuando me intervinieron, recibí un riñón y una nueva oportunidad de vida”, relató Érik Olivares Romero.
Narró que hace 11 años presentó problemas renales y tardó 10 en poder recibir un riñón para recuperar su salud, lo cual no fue fácil, pues “me tocó vivir el calvario de la contingencia por la COVID-19 y eso retrasó el trasplante”.
Recordó que hubo solo tres oportunidades de ser intervenido. “Ahora sí, como dicen: ‘la tercera fue la vencida’ porque así me tocó, así lo quiso dios”.
EL IR Y VENIR
Érik Olivares recuerda “como si fuera ayer” cuando lo llamaron por primera vez de Torreón, Coahuila. “Fue un 12 de diciembre, lo tengo muy presente porque fue el día de la Virgen de Guadalupe.
“Cuando te citan tienes que ir inmediatamente. Por ello mi papá y yo tomamos un taxi, pero a medio camino recibo otra llamada, en la que me dicen: ‘estamos checando tu archivo, traes una infección y no te podemos operar’”.
Por ello, el joven se regresó a Zacatecas y fue cuando le volvieron a llamar para pedirle una disculpa, pues la persona que se comunicó con él se equivocó de expediente, perdió la oportunidad de ser trasplantado y volvió nuevamente a la lista de espera.
La segunda oportunidad fue el 14 de septiembre del año pasado, pero no pudieron hacerle la cirugía, pues tenía las defensas muy bajas y el riesgo de sufrir complicaciones durante la intervención eran altas.
UN MILAGRO
Ante esta situación, Érik aseveró que la desesperación se apoderaba de él y su familia. Por ello, una de sus hermanas se ofreció para donarle el riñón que necesitaba. Luego de los análisis de rutina, resultó que eran compatibles para realizar la cirugía.
Por ello, lo internaron y, en el hospital, los médicos les comentaron que había la posibilidad de recibir el órgano de una persona que perdió la vida, sin dar más detalles de su fallecimiento.
“Me vio la doctora y me dijo: ‘mira, sabes que tenemos un riñón y tú ahorita estás en los primeros lugares de la lista de espera y prácticamente ese órgano es para ti Éric, por ello te preguntó te animas hacerte la cirugía a pesar de que tenías una programada en 7 días. ¿Te animas?’”, relató Érik.
Destacó que “fue ahí cuando comprendí que la vida, el destino y dios me daban otra oportunidad y un mensaje, por ello decidí aceptar ese regalo de cumpleaños y de vida”.
Finalmente exhortó a todas aquellas personas que se encuentran en lista de espera a que “mantengan la fe, se encomienden a dios y disfruten de los pequeños placeres que les ofrece la vida porque es el valor más importante que como personas se nos dio”.