ZACATECAS. Por amor a sus familias, personas que sufren la desaparición de un ser querido luchan para lograr la sensibilización de instituciones y sociedad, con el objetivo de que se reconozcan el problema que tiene Zacatecas, “porque son muchos los desaparecidos” y la justicia, lamentaron, llega lentamente.
El trabajo de las búsquedas y dar a conocer el problema lo iniciaron madres, padres, hermanas y otros familiares de víctimas, que hasta la fecha conforman seis colectivos de búsqueda en el estado.
Son Siguiendo tu rastro con amor; Amor Esperanza y Lucha; Tu Ausencia nos Unió; Ranades; Ángeles Rastreadores y Buscadoras Zacatecas, esta última es la única formada como asociación civil.
Elizabeth Araiza Hernández, representante de Buscadoras Zacatecas, inició actividades en 2018, tras la desaparición de su hermano José Nicanor Araiza Hernández, el 30 de septiembre de ese año; sin embargo, hasta 2023 se conformó la organización.
A pesar de llevar un camino corto, reconoció que las organizaciones “obligaron a que nos volteen a ver”, y que actualmente se tengan como resultado las mesas de trabajo con las autoridades.
“A veces, como familiares, sentimos que son mesas que no avanzan, pero si damos una rebobinada esto no se tenía, solo había reuniones para revisión de carpetas de investigación, que es algo muy diferente”, explicó.
A casi seis años de trabajo, reprochó que las autoridades “no están 100 por ciento sensibilizadas, porque nacionalmente no aceptan que Zacatecas tiene un problema y es muy grande, son muchos los desaparecidos”.
Los colectivos fueron clave para la organización, la exigencia y hacer visible el tema, además de brindar un empoderamiento a las víctimas con la colaboración de organizaciones solidarias, como el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.
“Cada vez somos más”
Elvia Reyes Rodríguez, una de las representantes del colectivo Siguiendo tu Rastro con Amor, relató que 2017 fue su inicio en los colectivos, por la desaparición de su hijo Luis Antonio de Ávila Reyes, en Loreto.
Para ese año, compartió que solo eran tres familias que lo conformaban y, a la fecha, lamentó que acompañan a más de 60 que representan a más de cien desaparecidos en este colectivo.
“Cada vez se va sumando más y más gente, tristemente, porque el delito va incrementando mucho, hay veces que tres o cuatro por día o más porque muchas veces las familias no quieren denunciar”. Incluso, compañeras de su colectivo no interpusieron una denuncia, “pienso que por miedo”.
La organización, expuso Reyes Rodríguez, inició por la falta de respuesta de las autoridades, situación que se reflejó en las instituciones, “entre más unión había más apoyo en la fiscalía, además de la suma de víctimas”.
También contribuyó para la creación de la Comisión Local de Búsqueda, que se impulsó a nivel nacional. A la fecha, consideró que hay un avance considerable con los cambios en la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), como la entrega de restos a los familiares de las víctimas.
Una crisis que continúa
Jairo Antonio López, docente investigador de la Unidad Académica de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), aseguró que este año se registra una continuidad en la crisis de desaparición en el estado, la cual se agudizó desde 2020 a la fecha.
Precisó que en lo que va del año son más de 450 personas desaparecidas, datos que posiblemente se acercarán a 2023 y que superaron los de 2022.
Ante esta incidencia, el académico cuestionó las acciones de las autoridades para disminuir este delito en la entidad, pues considera que no hay justicia ni prevención, ya que las acciones se enfocan principalmente en búsquedas en campo, “que no dan grandes resultados”.
Destacó que en Zacatecas no se superan las 10 sentencias por este delito, de los 3 mil 900 desaparecidos en el registro oficial, pues aseguró que hay muchos casos que no se denuncian, sobre todo en zonas rurales.
El investigador expuso que las autoridades tomaron una posición reactiva a las manifestaciones públicas que efectuaron los colectivos en los últimos dos años, porque desde el inicio de esta administración se tenía el discurso de que las desapariciones eran un problema federal; sin embargo, los casos se siguen sumando.
En este contexto, consideró que las autoridades se vieron obligadas a responder, pero “no hay una política pública de prevención ni para combatir la impunidad”.
Por ello, enfatizó en la importancia de la organización civil, porque a raíz de su trabajo se visibiliza este fenómeno. La acción se refleja cada 30 de agosto, Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.