ZACATECAS. La negligencia médica que ha padecido un recluso de 62 años al interior del Centro Regional de Reinserción Social (Cerereso) de Cieneguillas llegó a tal grado que la situación se busca determinarla como un acto de tortura, así lo dio a conocer su abogado particular, Francisco González Romo.
Explicó que su cliente se encuentra preso desde 2014, por violación equiparada; y en mayo de este año promovió un amparo debido a que en 2015 le diagnostican graves problemas de salud que, hasta ahora, no son atendidos adecuadamente.
Entre estos padecimientos destacan: artritis reumatoide degenerativa, hipertensión arterial sistémica, hiperplasia prostática, arritmia cardiaca y problemas visuales.
“En 2018 le introdujeron un catéter doble jota para las vías urinarias; sin embargo, por falta de atención se encarnó. Ello le trajo problemas graves”.
ALTERNATIVAS AGOTADAS
A causa de esto, el abogado precisó que promovió un amparo con el propósito de que a la persona se le brindara la atención necesaria, pero no se concedió.
“Nosotros esperábamos que el Juzgado de Distrito fuera más legal, pero no sucede esto. Hay muchas violaciones a protocolos nacionales, e incluso locales”, destacó.
Esto, enfatizó, ha traído dos recaídas en la salud del interno, “al grado de no poder salir de su celda”.
Por ello, explicó que se promovió una queja a nivel nacional y local ante Derechos Humanos (DH), gracias a lo cual su cliente tuvo acceso al área médica, al menos por un tiempo, pues actualmente se encuentran de vacaciones y se interrumpió el servicio y el abastecimiento de los medicamentos.
Con base en esto, González Romo consideró que se puede considerar la situación de su cliente como “un delito de tortura”; pero el juez de distrito no ha ordenado que se inicie una investigación al respecto”.