ZACATECAS. El valor fundamental de la figura paterna dentro de una familia radica en establecer los límites, además de ser quien representa la protección para la infancia, señaló Aimé Alanis Pérez, encargada del área clínica del Colegio de Psicólogos Profesionales para el Bienestar Social (CPPBS).
Destacó que, ante los cambios que sufre la sociedad, la figura paterna “se esconde detrás de la máscara del consumismo” y actualmente existe el error de querer demostrar cariño a los hijos a través de regalos.
En ese sentido, expuso que el verdadero rol de un padre radica en la sana crianza de los hijos basada en valores, pero que además respete los derechos de los menores, es decir establecer reglas y límites a través de un trato digno y no de imposición.
TIEMPO DE CALIDAD
Alanis Pérez destacó la importancia de quien tiene la responsabilidad de ser una figura paterna, pues debe reflexionar acerca de su rol, ya que de éste depende una mejor sociedad.
“Mientras el papel de la madre es de dar amor a los hijos, la del padre es la de protegerlos, pero además prepararlos ante la vida, estableciendo límites y responsabilidades”, explicó.
Asimismo, la especialista señaló que “el tiempo, pero el tiempo de calidad es el mayor anhelo de un hijo, por lo cual es de suma importancia la sana convivencia y que los padres se involucren en sus actividades, pero siempre dejando en claro los límites, pues no son amigos de sus hijos, sino un pilar que los ayudará a integrarse a la sociedad”.
Aclaró que existe también ese problema con las nuevas figuras paternas y maternas en la actualidad, al buscar ser amigos de los hijos, ya que este rol lo encontrarán en su entorno social, pues los padres, a diferencia de las amistades, deben ofrecer protección, refugio y una guía para la vida.
“Los niños no necesitan todo lo que creen que necesitan”, aseveró la encargada del área clínica del CPPBS, quien precisó que el consumismo y la mercadotecnia son factores a los cuales se tienen que enfrentar las nuevas paternidades.
Es así que debe haber un equilibrio en el que predomine el cariño y la atención hacia los menores.