AGUASCALIENTES. José Mauricio y Joselito Adame han protagonizado la cuarta corrida del Serial Taurino de la Feria Nacional de San Marcos 2024. Cada uno, cortó una oreja, diferente fue el corte de las faenas en una tarde donde se tuvo que remontar ante un encierro de De la Mora que ofreció poco.
José Mauricio puso la entereza, los buenos pasajes firmados con el abre plaza y el valor, que reafirmó ante su segundo. Joselito Adame tampoco quiso dejarse nada y el esfuerzo también ha sido grande. Daniel Luque pechó con un lote complicado, y han sido al paso las pinceladas.
Mayoral de 515 kilos, del hierro de De la Mora, el abre plaza, al que José Mauricio que tuvo un discreto saludo capotero y el entendimiento pleno de un novillo que no tuvo la fuerza sobrada, pero al que fue metiendo, con ese mando, dejando el temple y la clase por el izquierdo, con naturales, donde se impregnó su gran temple.
El juego de manos, con los vuelos de la muleta, ante un toro que humillaba y que mostró su nobleza. Lo hecho por José Mauricio fue importante, porque toreó pausado y con ritmo, y eso, lo mantiene fiel a su estilo.
El ejemplar tampoco no fue fácil, en los finales protestando mucho, tirando los derrotes y obligando a José Mauricio a estar como estuvo, firme y por encima. Ha fallado con la espada y se retiró entre palmas.
JOSELITO SE ENTREGA
El segundo de la tarde, Tumba Puertas de la ganadería de De la Mora, al que Daniel Luque se entonó con cadencia desde el saludo capotero, con esa clase manifiesta en un soberbio juego con las manos que lleva en sí, el lucimiento.
En la faena de muleta, Luque tapó los defectos del novillo, muy tardo y probón. El toreo de pellizco, con clase, en pasajes con temple, logrando extraer todo lo que el ejemplar le ha permitido. No cabe duda, él ha estado bien, por encima, siempre. Estocada certera para retirarse entre palmas.
Joselito Adame saludó por delantales a Lluvia de Estrellas, de 505 kilos, al que también le ejecutó un vistoso quite por chicuelinas.
De menos a más se fue construyendo una faena pensada y pausada, y es que el de De la Mora, no regalaba nada. Muletazos con ese fondo de poder, de verdad, con la absoluta entrega de Joselito que no escatima en la entrega, en esperar, en acortar las distancias y tirar con esa determinación.
Fueron series con un eco claro por lo bien hecho, por ese deseo latente de en casa nunca dejarse nada. Malogró con la espada. Dividió las opiniones.
SE LIBRA DE CORNADA
Carlos de 523 kilos, cuarto de la tarde y segundo del lote de José Mauricio, que de nueva cuenta lució con el capote. No fue una faena fácil, pues el novillo fue áspero, rebrincaba y se quedaba con ese peligro latente.
El torero resolvió, se quedó, plantó cara con verdad y tiró lo más que pudo, acortó las distancias, se metió entre los pitones, y de uno en uno robó los muletazos. Se la jugó en el sentido más estricto de la palabra, y por ello, fue prendido, de fea manera, librándose de la cornada y regresando a la escena con esa verdad.
Al finalizar su actuación, y tras pasaportar al primer viaje, se retiró a la enfermería para ser atendido. Se concedió una oreja.
Joselito Adame cortó la oreja de peso de Reborujo, de De la Mora; el hidrocálido abrevió su faena y anunció toro de regalo, mató de estocada certera y por ello tuvo la petición.
Con el de regalo, la suerte tampoco estuvo, un ejemplar de poco juego, pero reinó esa disposición del torero de sacar los muletazos, de estar firme, de quedarse y meterse entre los pitones. Pesado con la espada se retiró entre palmas.