CIUDAD DE MÉXICO. En su festejo de 75 años de trayectoria artística, Silvia Pinal fue consentida con mariachi, reconocimientos, mensajes de sus amigos y de su hija Alejandra Guzmán, un pastel para compartir con el público y el aplauso de sus fans.
«Estos 75 se me hacen poquitos», afirmó a los medios de comunicación la «Diva del Cine de Oro mexicano», quien desde su silla de ruedas se mostró encantada con su celebración, realizada tras la función de la puesta en escena Caperucita y ¡El Lobo Feroz! en el teatro Rafael Solana.
La protagonista de películas como Viridiana y El Ángel Exterminador, dirigidas por Luis Buñuel, se conmovió al ver un repaso de su carrera en el cine, impulsora del teatro musical en México y figura televisiva por programas como Mujer, Casos de la Vida Real.
Aquel incluyó un video con comunicadores y con Alejandra Guzmán, que le agradecía por ser su maestra.
«Este homenaje se me hace tan hermoso, tan grande, tan bello. ¡Viva México!», gritó Pinal, de 92 años.
Su celebración fue guiada por el productor teatral Iván Cochegrus, su amigo quien recordó que él también se encargó de impulsar el homenaje para los 50 años de carrera de la rubia de tal belleza que en su momento el mismo Diego Rivera la retrató.
Al finalizar la obra, protagonizada por Norma Lazareno, los reflectores fueron para Pinal, quien pudo disfrutar también de un número musical cantado por el elenco al ritmo de «Qué Tal, Dolly».
Caperucita… nació originalmente como Caperucita: ¡Qué Onda Con Tu Abuelita!, producción de Cochegrus hecha para que Pinal pudiera regresar a los escenarios hace casi dos años, aunque ésta se canceló 10 días después de su estreno por la salud de la actriz y fue replanteada.
La ex senadora, quien asistió acompañada por su asistente Efigenia Ramos, aplaudió cuando le cantaban las mañanitas, tomó en sus manos la placa que el montaje le otorgó y también los reconocimientos que le otorgaron la Asociación Nacional de Locutores y una asociación civil.
Cochegrus compartió que la prioridad del círculo cercano de Pinal ha sido darle días diferentes, por lo que han aceptado invitaciones para llevarla a cabañas o a comer quesadillas en La Marquesa luego de que en diciembre estuvo hospitalizada en terapia intensiva por un cuadro de influenza.