ZACATECAS. Para los habitantes de Cuauhtémoc y Genaro Codina, que usan las carreteras estatales 181 y 210, es como ponerse una pistola en la cabeza, ya que no saben si serán asaltados, encontrarán un cadáver o se toparán con integrantes de grupos delincuenciales.
Ante estas circunstancias, la privación ilegal de la libertad de José del Rosario Urrutia Aguilar, el profe Chayo, el 21 de abril, fue el detonante para que pobladores de Cuauhtémoc y Genaro Codina salieran a protestar y exigir mayor seguridad a las autoridades, ya que señalaron que frecuentemente hay personas armadas por los caminos hacia las comunidades donde trabajan.
Los manifestantes, quienes en su mayoría son docentes, expusieron varios casos en los que fueron amenazados por sujetos armados al circular por alguno de los caminos estatales mencionados.
Destacaron que hay por lo menos dos células del crimen organizado en esa región, “y cuando ya libraste el primer grupo, tienes que pedir a dios no encontrarte con los contras”, expresaron.
Retenes falsos
Dieron a conocer que en la carretera estatal 210, desde el entronque en Luis Moya hasta Cuauhtémoc, el cual tiene menos de 20 kilómetros de longitud, es escenario de retenes falsos, asaltos a mano armada y “hasta en un panteón”, ya que ahí es recurrente encontrar cadáveres.
Señalaron también que ante la presencia de grupos antagónicos, es común que en las comunidades aledañas de estos dos municipios “se agarren a balazos”, situación que causa angustia, miedo y desesperación entre la población.
Mudanza forzosa
Otro de los manifestantes explicó que tuvo que llevar a vivir a su familia a Cosío, en Aguascalientes, ante las situaciones de inseguridad; diariamente, teme regresar a su hogar después de dar clases. Aunque aclaró que no ha sido víctima de la delincuencia, sí ha sido testigo de hechos delictivos.
Por dicha razón eligió llevarse fuera de la entidad a su familia, así por lo menos “ellos están más seguros”, mientras, él se va a trabajar a Genero Codina esperando poder volver sano y salvo a su hogar.
“Al cruzar el Puente Norte solo voy con la bendición de dios”, expresó el maestro de primaria, quien advirtió que en territorio zacatecano hay poca o nula vigilancia de las carreteras.
Este sentir es generalizado entre los pobladores y no solo entre los docentes, ya que también había ciudadanos durante las manifestaciones dedicados a otros sectores que expresaron tener miedo de la situación que se vive.
El profe Chayo está desaparecido, pero hay más víctimas por las que no se alza la voz, advirtieron.