CAMPECHE. Entre los turistas y militares que cuidan la estación del Tren Maya, inaugurada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador hace un mes y medio, los obreros de cascos y chalecos naranjas y amarillos siguen trabajando, y calculan seguir así por lo menos otro mes y medio.
Los empleados laboran en las oficinas y locales comerciales que aún permanecen vacíos, pues sólo hay uno abierto. La mayor parte del tiempo, puedes ver a los obreros sentados en las sillas del comedor.
También continúan trabajando en las instalaciones eléctricas del andén, en la cubierta del edificio de tres plantas y en el área de estacionamiento. Asimismo, siguen ocupándose de las conexiones de los baños, los cuales este sábado carecían de agua, y de un pozo que perforaron para evitar tener que abastecerse con pipas durante la noche.
«Ya está terminado el pozo, ya les falta poco», dijo un obrero en la planta superior, donde sólo está abierto una tienda de galletas, refrescos, chicles, agua y café.
Del otro lado, junto al local de guardaequipajes, que también sigue en obra, y a la taquilla, una máquina automática de refrescos está «fuera de servicio». Desde ahí se puede observar la selva recortada, las vías, los montones de tierra y a los obreros metiendo cables en las paredes del andén.
El 15 de diciembre, el Mandatario vino hasta aquí a inaugurar lo que llamó el primer tramo del Tren Maya, que va Campeche a Cancún, Quintana Roo, 14 estaciones que aún no estaba terminadas.
«El plazo se cumplió», dijo entonces el director de la empresa militar que administra el Tren, el general Óscar Lozano Águila.
«Caballo de fuego», llamó al tren la Gobernadora de Campeche, Layda Sansores.
«El 31 de diciembre es (la inauguración) del siguiente tramo de Cancún a Palenque y a finales de febrero es todo», prometió el Presidente.
Inauguró el segundo tramo el último día del año. Ocho estaciones más desde Campeche a Palenque, Chiapas, donde la estación no tenía taquillas ni el domo ni escaleras automáticas.
En los mapas, que se encuentran en el módulo de informes, del total de 22 estaciones inauguradas hasta ahora, ocho son puntos están en amarillo, lo que indica que siguen pendientes. Las otras están en verde, como Campeche, aunque también sigan en obra.
Del otro lado de la península, desde Cancún hasta Escárcega, las 12 estaciones siguen en color rojo. El pasado viernes López Obrador aclaró que el 29 de febrero sólo estarán listas dos, de Cancún a Playa del Carmen. El resto para completar los mil 554 kilómetros que, dijo, quizás hasta junio.
A 20 minutos en auto desde el centro de Campeche, la estación está vacía de turistas casi todo el tiempo, salvo cerca de las 12:50 y 15:10, cuando pasa el Tren a Cancún.
Al medio día del sábado había unas 50 personas para abordarlo, turistas admiradores del Presidente, y no se halló a ninguno que fuera a viajar por segunda ocasión.
«En fin de semana hay más gente, pero es muy raro que se acaben lo boletos», dijo un encargado del módulo de informes.
El 28 de diciembre, el Tren Maya informó que en los primeros 12 días de servicio habían viajado 10 mil 680 pasajeros, 890 cada día en sus cuatro salidas.
Los boletos más baratos son para ir a Tenabo, la siguiente estación, y cuestan 59.59 para pobladores de la península en clase turista, y 89.50 en premiere. Para mexicanos de otras partes, tiene un costo de 95 y 143 pesos.
Hay descuentos también para adultos mayores, pero sólo aplican en las taquillas. El costo del taxi desde la Ciudad a la estación está entre 200 y 300 pesos. En días recientes funciona un camión desde el malecón a la estación por 50 pesos, una hora y media antes de que pase el tren.
Los escáneres de boletos aún no funcionan, por lo que el paso al andén se hace bajando la escalera por la planta alta. Incluso se puede pasar sin boleto.
Los obreros que cruzan entre los viajeros calculan un mes y medio más de trabajos, incluso dos. No hay certeza. Tampoco en las taquillas ni en el módulo de informes donde siguen seguros que el 29 de febrero, como había dicho López obrador, ya estarán funcionando las 34 estaciones.
«Finales de febrero y principios de marzo, ya toda va a estar», dijeron en las taquillas.
Jorge Ricardo
Agencia Reforma