TLALTENANGO DE SÁNCHEZ ROMÁN. El matador de toros Arturo Saldívar se impuso en la primera corrida de la Fiesta Grande del Sur de Zacatecas al cortar dos orejas para salir a hombros de la Plaza de Toros Julián Llaguno, que registró un lleno.
Pablo Hermoso de Mendoza cortó una oreja, quedando entreabierta la posibilidad de salir a hombros, pues el acero no le permitió cortar los ápices tras la buena faena de su segundo, un buen toro de Fernando de la Mora.
En el mismo tenor quedó la actuación del lagunero Arturo Gilio, que hizo vibrar con su faena al cierra plaza, estando firme, bajo la convicción y la entrega, pero sin poder tocar pelo.
La maestría de
Pablo Hermoso
El rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza abrió plaza con Chiche, de 490 kilos, de la ganadería de Campo Real.
Sin duda dejó una actuación tesonera, de entrega, basado en la experiencia y maestría del español que dejó pasajes de lucimiento para cortar una oreja.
El cuarto de la tarde y segundo del hierro de Pablo Hermoso de Mendoza llevó por nombre Tlaltenanguense, de 462 kilos, del hierro de Fernando de la Mora, al que saludó montando a Regaliz, con el que se rodó con temple y mando, para pasarlo con un rejón de castigo.
La emoción y el nivel crecieron cuando tomó la primera banderilla y la colocó en todo lo alto. Malbec, y el toreo de costado, ligado templado, dando paso a la espectacularidad con las piruetas de perfecta ejecución.
Se dejó llegar mucho al ejemplar, momentos en que puso al público jubiloso de emoción. Al final, el carrusel con las tres banderillas cortas y un par a dos manos fueron el punto álgido de este romance de Pablo Hermoso con la afición de Tlaltenango de Sánchez Román. Errático con el rejón de muerte, se despidió entre la ovación. Cosechó palmas.
Triunfo grande
para Saldívar
Caxcán, de 465 kilos, fue el segundo de la tarde, del hierro de Arroyo Zarco, para Arturo Saldívar que dejó el esfuerzo ante el poco juego que ofreció el toro.
Lo mejor llegó con su segundo, al que saludó con larga cambiada de rodillas, dejando variedad en el capote.
Brindó su faena de muleta al matador de toros en el retiro Jorge Mata, quien junto a Arturo Gilio encabezan la empresa Pasión por el Toro, gestora de la Feria Taurina de Tlaltenango.
El animal tuvo potabilidad y calidad, por ello, Arturo Saldívar se fundió en una faena por ambos pitones.
Disfrutó mucho y pudo brotar el sentimiento, la faena fue a más, con clase, embistiendo el de Arroyo Zarco.
El valor de
Arturo Gilio
Con el tercero de la tarde, el lagunero Arturo Gilio dejó un buen saludo capotero con el de Arroyo Zarco.
Fue estructurando una faena interesante, de menos a más, encontrando la potabilidad del toro por el pitón derecho, ligando las series con trazo largo y calidad.
También por el izquierdo consiguió series templadas, asentado, con la naturalidad y empaque que le caracterizan.
El toro se fue quedando corto, Gilio se mantuvo en ese punto de entrega y disposición, llegando siempre a los tendidos.
Pasaportó al segundo viaje y perdió la posibilidad de tocar pelo, cosechando palmas.
Migrante, de 460 kilos, fue el toro que cerró plaza y con el que Arturo Gilio salió convencido de alcanzar el triunfo.
Destacó con un ceñido quite por gaoneras y bajo ese deseo de ir por todas, tomó las banderillas para cubrir el segundo tercio.
Brindó su faena al alcalde Salvador Arellano Anaya, quien siempre da ese apoyo a la fiesta brava.
Gilio comenzó con muletazos por bajo y fue hilvanando una faena poderosa, variada, de entrega y apostando el todo por el todo.
Fue prendido de fea manera sin consecuencias y regresó para cerrar de gran manera su labor con manoletinas.
Le faltó coronar con la espada perdiendo la posibilidad de tocar pelo.