IRAPUATO. Este domingo se dio el cerrojazo de las corridas de toros que se celebraron para conmemorar los 200 años de la declaración de Guanajuato como estado libre y soberano.
La Plaza de Toros Revolución registró tres cuartos de entrada en sombra y un tercio en sol. En esta corrida, en la que el triunfador fue Luis David Adame, con el corte de dos orejas, se registró un encierro de la ganadería zacatecana de Pozo Hondo, que envió seis toros bien presentados y de buen juego en lo general, teniendo clase y fijeza.
Destacaron dos de ellos: el cuarto y el segundo, este último premiado con el arrastre lento.
Intensa jornada
Octavio García El Payo, sin duda, es un torero convertido en esencia pura de aroma especial. Se juntaron las dos clases: la de los toros de Pozo Hondo y dos faenas de interpretación y verdad, de ese sentimiento que lleva por dentro del torero queretano, que entendió y disfrutó a cabalidad a sus ejemplares.
Desafortunadamente falló con la espada y solo dio una vuelta al ruedo después de una muy fuerte petición.
Diego Silveti vino a su tierra a demostrar que aquí sí es profeta. Su gente lo disfrutó de veras, pues dio una tarde de torero importante. Muy centrado, templado y con un gran gusto.
Faenas completas de capote y muleta, que no tuvieron el remate con la espada. A su primero le cortó una oreja después de un descabello.
A su segundo le intentó matar, recibiendo poca colaboración del toro. Lo pinchó en tres ocasiones, escuchando un aviso. Se le fue la salida a hombros.
Una espada certera
Luis David Adame, hoy convertido en voluntad y deseos puros de triunfo, compuso dos faenas muy completas de capote y muleta. Al sexto, inclusive, lo banderilló.
Anduvo muy certero con la espada, lo que le valió una oreja del primero y la otra del segundo; consiguiendo con ello abrir la Puerta Grande y salir en hombros.
FICHA
Plaza Monumental Revolución
Seis toros de Pozo Hondo, siendo deslucido y nada fácil el primero; muy bueno el segundo, con arrastre lento; el tercero acusó falta de fuerza y transmisión; el cuarto no se empleó del todo, y si bien tuvo nobleza, le faltó recorrido; justo de presencia y cara, pero sin transmitir, el quinto; y el sexto, de más a menos.
Octavio García El Payo: palmas y vuelta al ruedo.
Diego Silveti: Oreja y palmas tras un aviso.
Luis David Adame: una oreja y una oreja.