FRESNILLO. Las precarias condiciones en las que vive Raúl Moreno y Ludivina Martínez, una pareja de adultos mayores, los ha llevado a tener que salir a vender artículos de temporada en los principales tianguis de El Mineral, o bien, ofrecerlos en el puesto que montaron sobre el bulevar Paseo del Mineral.
Raúl y Ludivina aprovechan cuaresma, Día de las Madres, navidad o cualquier otra festividad para obtener dinero con la venta de sus mercancías; sin embargo, aseguraron que el margen de ganancia es muy poco al tener precios bajos, que van desde los 20 a los 200 pesos.
Martínez relató que su esposo, a quien conoció hace 35 años y con quien tuvo tres hijos, ya no puede trabajar como en años anteriores; y ella tampoco, pues “por mi edad no me puedo trasladar tan fácilmente”; es sí que apoya en vigilar el puesto semifijo.
Casa de cartón
La pareja vive en la colonia Huertas de Abajo, en una casa de cartón, con bolsas de plástico como techo y cobijas viejas que cubren las entradas, como protección ante el frío.
Al respecto, Martínez detalló que su esposo construyó el jacal debido a que no tienen otro lugar a donde ir; “estamos de veladores, cuidando nuestra mercancía; vivíamos en una casita, pero se robaron todas las láminas”.
“Ahora que ya hace frío le batallamos; [y aunque] tenemos una estufita, donde hacemos de comer, sí se le sufre. Mi esposo nunca tuvo un trabajo seguro, se dedicó al comercio y a sembrar en sus huertas zanahoria, acelgas, calabaza, pero ya los años no le permiten”, expuso.
Insuficiente, la ayuda social
Ludivina precisó que su esposo recibe apoyo de la pensión del bienestar, aunque consideró que esto no es suficiente, ya que no cuenta con seguridad social y cada vez que enferma gastan una parte importante para comprar medicinas.
Reveló que hace cuatro años recibieron un apoyo para construir un cuarto, pero cedieron el material a uno de sus hijos, quien sufre una discapacidad a causa de un accidente.
La mujer lamentó que pese a su edad, su esposo no recibe otros apoyos por parte del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (SMDIF), aunque no descartó la posibilidad de obtener de este organismo una despensa o al menos “un desayuno calientito”.