Mientras la revolución
En 1895 circuló el libro Reseña histórica estadística y comercial de México y sus estados. Directorio general de la república en su forma más recreativa, descriptiva y útil de R. O’Farrill. El contenido está distribuido en 116 páginas.
En la página 2 contiene publicidad procedente de Zacatecas. El texto dice “Gualterio C. Palmer. Comprador de metales y comisionista. Despacho y oficina de ensayes en la mina la Unión Zacatecas, México.”
El capítulo nueve está destinado a la entidad. Lo hace en tres apartados: Interesantes apuntamientos para la minería; Un estado que progresa; y, El general Jesús Aréchiga. En el impreso hay apología al militar: “se debe la instalación de muchos establecimientos de instrucción pública… Ha amortizado la mayor parte del adeudo que tenía el estado. Débasele la instalación del alumbrado eléctrico, la continuación de las vías férreas que unen esta capital con las de los demás estados, la construcción del Mercado Principal, el nuevo Hospital Civil, el gran Teatro Calderón, la reedificación del Palacio del Gobierno”.
Asienta quiénes son los hombres públicos, empresarios y profesionistas, que están presentes en el régimen que posteriormente disolvió la Revolución. Cita a las personas con dinero: Edmundo von Gehren; Gustavo Schroeder; Luis Macías; Domingo Echart; viudas de Hatchamdy y Ferrán; Enrique Aubert; Ildefonso Armida. Abogados como Ignacio Castro; Eusebio Carrillo; Antonio Dovalí; Francisco Llamas Noriega; Rafael Noriega; Heraclio Real; Rafael Ceniceros; Luis Viramontes; Francisco Zesati. Médicos como Juan Breña; Alberto Macías; Luis Mora; Félix Ponce; Guillermo Taube; Antonio Urrutia; Miguel Vázquez.
¿El miércoles 6 de enero de 1915, dónde están los citados? Salvo los benévolos médicos, casi todos están expulsados del espacio público, los nuevos actores que gobiernan son los hombres de la Revolución.
Revolución y boda
Cada año, el día 6 de enero, se recuerda en ceremonia cívica el decreto en materia agraria que promovió Venustiano Carranza, como Encargado del Poder Ejecutivo. Lo hizo desde el puerto de Veracruz en 1915.
El hecho definió las miras agrarias del programa carrancista. El texto declaró nulas todas las enajenaciones de tierras, aguas y montes pertenecientes a los pueblos, rancherías, congregaciones y comunidades, hechas por los jefes políticos, gobernadores o cualquiera otra autoridad local. Abolió las concesiones o ventas de tierras, aguas y montes, hechas por las secretarías de Fomento, Hacienda o cualquiera otra autoridad federal, desde el 19 de diciembre de 1876 hasta 1915, con las cuales se hubieren invadido y ocupado ilegalmente los ejidos, terrenos de repartimiento o de cualquiera otra clase, pertenecientes a los pueblos
Mientras inició la propalación del programa agrario de una facción revolucionaria, en la vetusta ciudad de Zacatecas, el mismo miércoles 6 de enero de 1915, en punto de las 6 de la tarde comenzó una ceremonia secular.
El acto fue en la casa 62 del callejón de Juan de San Pedro. Emilia Medina y Lauro Gutiérrez Caloca concurrieron ante el juez del estado civil de la vetusta ciudad de Zacatecas. Contraerían matrimonio. Ella se definió de 23 años, nacida en la municipalidad de Guadalupe y huérfana al día del matrimonio. Él se definió de 30 años, nacido en san Juan Bautista del Teul, abogado y huérfano de padre.
Pese a que Lauro no vivía en la vetusta Zacatecas, merced a su intervención guerrera en el norte del país, el día de presentación se casaron Medina y él. Acudieron como testigos los solteros José Abraham Espino, comerciante; Manuel Martínez, estudiante; y, Gilberto Vázquez del Mercado Ortiz, a la sazón secretario de gobierno estatal. Por cierto, Gilberto fue colega de Lauro en los estudios jurídicos y era residente de la misma calle (casa 41) donde se casó Caloca.