I could write a book
No existe nada más liberador, de la aterrada alma, sobre todo en estos años de muchos balazos y más ideológicos bandazos, que revisar los diarios y leer declaraciones cada día más aterradoras, como saber que, en mi ranchito, se comienzan a difundir encuestas (sic) dando como virtuales poseedores de la verdad republicana de Morena a diferentes personajes formados en la derecha y que de izquierdistas no tienen ni el modito de comer.
Saber que Saúl Monreal, Ulises Mejía o Luis Medina son los prohombres que necesita el rancho en el Senado, parece una broma propia de los tiempos del truco o dulce. ¿Qué no hay mejores santos varones?
Lo que las encuestas en cuestión están generando es el rechazo a ciertas candidaturas y el llamado a votar nulo. Y las santas mujeres que se proponen para complementar las fórmulas al senil Senado, son para echarse al suelo de risa. ¿De verdad es en serio?
Les cuento que estuve un poco enfermo estos días. La semana pasada tuve un sueño que fue una auténtica pesadilla. Me desperté sudando frío y pidiendo a Zeus y Hera que me mandaran su bendición para evitar en lo futuro, ese tipo de sueños. Les cuento:
En mi sueño despertaba un día con buen ánimo y listo para dirigirme a dar mis clases en Derecho UAZ (mi querida Alma Mater). Llegaba a la escuela y presto para echarme un rollo sobre la reforma de 2014 (contra reforma electoral). De pronto un alumno me preguntaba si las propuestas de la presidenta (sí amigos, dijo presidenta) me parecían adecuadas.
Yo sacado de onda le pregunté:¿Presidenta? Y sí, en mi sueño resulta que la presidenta del país era Xóchitl Paredes, o sea una mezcla entre diferentes etnias. Terminé las clases y me aventé un clavado sobre el internet para saber qué estaba pasando.
Resulta que la candidata del Frente Amplio Reaccionario había ganado las elecciones. Xóchitl Paredes se sentía la última cheve del desierto y como ganadora debía cumplir sus compromisos de campaña, y así formó su gabinete: secretario de Gobernación Claudio Xoconostle González; secretario de Economía, Beatriz Gálvez (vendedora de gelatinas); secretario de Relaciones Exteriores, Felipe Calderón (había ido a jurar a la Catedral no oler ni un vaso de pulque); Secretaría del Bienestar, Vicente Fox (a final de cuentas sus pendejadas en las redes le habían ayudado al Frente). Y así seguía la lista de secretarios de Estado, donde Eugenio Derbez había sido nombrado secretario de Cultura.
Las noticias las leía asustado: se acabaron los libros de texto, en su lugar se había hecho obligatorio ver la Rosa de Guadalupe y todos los uniformes y computadoras se le habían otorgado, en adjudicación directa, a Salinas Pliego.
Las actividades se suspendían a las 12 horas para rezar un rosario y el derecho a votar se circunscribía a la presentación de la fe de bautizo.
La mera neta que al escuchar a Loret de Mola y Brozo como encargados de la Comunicación Social del gobierno, me desperté en chinga. Y sí, fue una pesadilla muy canija. Un miedo indescriptible pensar en que la derecha más reaccionaria del país tenía el poder político en sus manos. Ver paseando en automóviles de lujo a esta banda de corruptos ladrones, en un país en el que la brecha entre pobres y ricos se iba abriendo cada día más.
La presidenta (con unos dientes horribles) presentaba todos los días en su mañanera a la India Yuridia para divertir a los trabajadores que, por ley, tenían que laborar diez horas diarias.
Por la tarde fui con mi adorable psicóloga a platicarle este sueño y esperar una respuesta de su significado. Me miró extrañada y no acertó a decirme su significado, lo que sí me quedó claro, es que el Frente Opositor es una banda de delincuentes que busca lavarse en tinacos de agua bendita para expiar sus pecados.
En calidad de mientras manifiesto que nunca votaría por esta fauna dañina; de los otros, creo que tampoco, pero eso lo veremos después de escuchar sus promesas de campaña. Me voy a tomar la medicina con un pinche miedo cañón.