MADRID. El joven mexicano Arturo Gilio volvió a abrir la Puerta Grande en su segunda actuación en España, ello tras dos emocionantes faenas en las que cortó tres orejas.
Lo mejor para el torero lagunero llegó en la actuación ante su segundo, donde perdió la posibilidad de cortar un rabo por la espada.
Con su primero, luego de lancear, ejecutó un vistoso quite por tafalleras que remató con caleserinas, muy aplaudidas.
Su faena de muleta emocionó de principio a fin con muletazos largos y muy lentos por ambos lados, para luego ejecutar hasta seis bernardinas de mucha exposición. Dejó una estocada hasta las cintas para cortar dos orejas.
Con su segundo toro, sexto de la tarde, un precioso jabonero claro que fue extraordinario, y con el que Arturo aprovechó al máximo sus embestidas para cuajar una faena entre gritos de: ¡torero, torero!; enseguida se dio la petición de indulto para el toro, la cual el juez no concedió.
Dejó una estocada entera que hizo doblar al toro; lamentablemente, el puntillero lo levantó, por lo que Gilio tuvo que descabellar: todo quedó en una oreja y una gran bronca al juez.