- R. Moehringer
La coronación de Carlos III ha generado tanta información, como corresponde a un hecho histórico. La abundancia no solo tiene como único hilo la puesta del símbolo en la testa; eso es un acto que puso en marcha un espectáculo, el cual, por ser el actual, resignifica todos los actos, discursos, actores, prácticas de la monarquía.
En los detalles de la actual familia real –ya es distinta a la de la reina Isabel II-, en lo que corresponde a Enrique de Sussex, el sucesor número cinco en la lista constitucional, un dato me provoca: saber sobre el escritor de Spare, el libro autobiográfico de Harry. En El País leí: “El escritor fantasma de las memorias del príncipe Enrique recuerda cómo fue trabajar con él: ‘Me tenía exasperado’”. A su vez, ese texto es una reseña de un artículo publicado en The New Yorker.
Spare –En la sombra– fue un fenómeno editorial global: casi 2 millones de ejemplares impresos –agregue la circulación en PDF en WhatsApp y otros medios digitales-, parte de ellos traducidos al castellano para España y Latinoamérica. Junto al libro está la serie en la plataforma de streaming y la separación formal en los protocolos –imagino que usted ya miró la fotografía familiar, oficial, sin los Sussex-.
Bien, el motivo es J. R. Moehringer, éste es el escritor de Spare. Y ya no es fantasma, se sabe que es el redactor de “las memorias” de un exasperante actor real. Antes de este encargo escribió las memorias del tenista Andre Agassi (Open, 2005; considerada el modelo de las memorias recientes) y del fundador de Nike, Phil Knight, publicada en 2018 (Nunca pares) y recibió el afamado premio Pulitzer en 2020. Cinco años antes le publicaron la novela autobiográfica El bar de las grandes esperanzas (2015). Total, Moehringer es un prestigiado escritor de memorias ajenas, dice el artículo del periódico español: “cambió las reglas del juego, considerándose el gran modelo de autobiografía”.
Francisco Goitia, un convencionista
Ciudad de México. Domingo 6 de diciembre de 1914. Los convencionistas hacen malabares para proyectar el gobierno de la Revolución. La vieja capital de la República era ocupada por más de 30 mil personas del Ejército Libertador del Sur y de las Divisiones del Centro y Norte. En esa fecha hubo un desfile militar, al mando de las columnas del Norte estuvo el general Felipe Ángeles.
Desfiló primero la infantería, integrada por los batallones primero y tercero; así como de zapadores. Luego seguían otras brigadas villistas. Atrás de ellos marchó la División del Centro, al mando del general Pánfilo Natera.
Todos los soldados con uniformes de caqui, polainas y sombreros texanos. La muchedumbre aplaudió, gritó vivas y soltó flores.
En una sección de los grupos que estaban bajo la dirección de Felipe Ángeles iba Francisco Goitia. Él era un hombre soltero de 1882. Se unió al contingente el 16 de junio de 1914, en la estación del ferrocarril de su natal Fresnillo.
Goitia, siendo hijo de administrador de haciendas y pintor casi recién vuelto de Europa, se unió a las fuerzas armadas junto con otros hombres de su edad, casi todos vinculados de tiempo atrás.
Aunque no es señalado en el estado mayor de Ángeles, ni tampoco como uno de los que dormía en el vagón-oficina Zacatecas, Goitia fue un convencionista que anduvo en las filas de los revolucionarios no carrancistas.
Mayo 12
Los duraznos del árbol de la escuela han comenzado a amarillar. Algunos de esos frutos son picados por las aves que rondan en el cerro, otros caen al piso por su peso o el maltrato de los pajarillos. Todavía no hay lluvias serias.