MADRID. La Feria de San Isidro abrió con una deslucida corrida de La Quinta en lo que fue una tarde de gran expectativa en la plaza de toros de Las Ventas. Se colgó desde temprana hora el cartel de “No hay billetes” ante la presencia de Julián López El Juli, y Andrés Roca Rey, en el festejo que enmarcó la alternativa del novillero triunfador de la temporada pasada Álvaro Alarcón, que dejó buenos momentos con el ejemplar que lo convirtió en matador de toros.
El Juli y Álvaro Alarcón saludaron en el tercio, mientras que Roca Rey dividió las opiniones, fue una tarde cuesta arriba, sin duda, la gente le exigió como al que más, y una faena, la de su primero, que pudo romperse fue a la deriva.
En tanto, El Juli, una vez más demostró el poderío, la maestría que posee, y el entendimiento cabal que tiene de los toros, pues llevó una faena donde pudo cuajar buenos muletazos, ante su primero de La Quinta.
El toreo al natural de Álvaro Alarcón se dio con el toro de su doctorado, con mucho temple y toreando con suavidad.
Cocherito de 546 kilos, del hierro de La Quinta, para Álvaro Alarcón, la tarde de su doctorado. Breve ha estado con el capote Alarcón, el toro desde salida acusó su poca fuerza y en varas no fue la excepción, perdiendo las manos tras el encuentro.
Emotiva fue la ceremonia de alternativa en la que El Juli fungió como padrino ante el testimonio del peruano Andrés Roca Rey. Buen comienzo de faena de Alarcón, por pitón derecho, el toro tuvo lo justo, muy poco pero además probando siempre porque se quedaba a medio viaje.
Los procedimientos de Alarcón fueron buenos, sin obligarle, sacando el buen fondo, ligando muletazos con mucha solera. Por el izquierdo, le esperó mucho, sacando hasta las últimas gotas, esto, ante una afición paciente. Estocada tendida para saludar en el tercio.
Divide opiniones
Bandolero de 580 kilos, de La Quinta, segundo de la tarde, para Julián López El Juli, que estuvo discreto con el capote. El toreo poderoso del madrileño con un ejemplar que también acusó la debilidad. Lo aguantó en demasía y logró romper en una serie, donde el muletazo fue muy largo, cuando logró imprimir en momentos de maestría pura, de sobreponer a la adversidad.
Toreó largo y con el mérito absoluto de su grandeza, de hacer posible lo que resultaba imposible, es el toreo que hace guardar silencio por las lecciones en el ruedo, los cambios de mano y los detalles también se hicieron presentes.
Pasaportó con prontitud y saludó con mucha fuerza en el tercio. El tercero, Peluquino de 531 kilos, tercero de la tarde, correspondió al peruano Andrés Roca Rey; una media como esbozo en el saludo capotero.
Un toro con mayor emotividad y transmisión con el que se encontró Roca Rey que tuvo buenos pasajes en el comienzo de faena, ligando el toreo por la senda derechista. La faena no terminó de romper, toreando el peruano sin esa verticalidad. Terminó por dividir las opiniones.
Un final para el olvido
El cuarto, Molinero de 533 kilos, segundo del lote de El Juli que por alto comenzó su faena de muleta, en el centro del ruedo, la pausa sin prisas, el toro muy descompuesto en este tramo de faena, deslucido resultó el de La Quinta, abrevió el torero madrileño que acertó con el acero para escuchar palmas.
El quinto, Prisionero de 538 kilos, segundo del lote del torero peruano, un ejemplar complicado, gazapón, y al final con un claro peligro, lo buscó y al final logró buenos muletazos por el izquierdo, se lo pasó muy cerca, en aras de agradar a un público que hoy le exigió. Terminó por robar una tanda por derecho. Palmas.
Rancherito de 510 kilos, sexto del festejo, para Álvaro Alarcón que lució con el capote. La faena de muleta doblándose con el toro en los primeros pasajes, fuertes ráfagas de viento comenzaron a molestar al torero, además el de La Quinta resultó deslucido, fácil con la espada, se retiró en silencio, antes escuchando un aviso.
Ficha:
Primer festejo de la Feria de San Isidro en la plaza de toros Las Ventas donde se colgó el cartel de “No hay billetes”.
Tarde calurosa con ráfagas de viento.
Se lidiaron toros de La Quinta, justos de presencia y de muy poco juego en su conjunto.
Álvaro Alarcón, salida al tercio y silencio tras aviso.
El Juli, fuerte ovación en el tercio y palmas.
Andrés Roca Rey, división de opiniones y palmas.