De enero a la fecha, la Secretaría de Salud de Zacatecas (SSZ) registró siete muertes maternas, de las cuales, tres ocurrieron a causa de influenza AH1N1. Los decesos se reportaron en Guadalupe, Calera y Zacatecas.
De acuerdo con un informe presentado por Edith García, responsable de Salud Materna y Perinatal de la secretaría, a pesar de que había suficientes vacunas en todas las unidades, las tres pacientes firmaron de conformidad para no aplicársela.
“Que quede bien claro”, en ningún caso, dijo, las pacientes contrajeron la enfermedad por falta de vacuna, sino porque todavía hay mucha renuencia a vacunarse. Aseguró que se hizo previa investigación y se determinó que existía la vacuna, pero ellas simplemente negaron la prevención.
A partir de estos casos, dijo, se ha insistido en que la campaña sea permanente para la vacunación de las mujeres embarazadas, porque todavía se rehúsan a aplicársela y “queda muchísimo trabajo por hacer en salud materna, mucho en salud perinatal”.
La funcionaria detalló en su informe, presentado ante la Red Zacatecana de Municipios por la Salud, que hay municipios registrados como “focos rojos” en este tema.
Explicó que la primera muerte materna se registró el 3 de enero pasado en el Hospital de la Mujer Zacatecana; se trataba de una mujer de 26 años con diagnóstico de influenza AH1N1; la segunda muerte fue en las mismas condiciones, en una mujer de 27 años quien falleció el 21 de enero cuando iba rumbo al Hospital Comunitario de Calera.
El tercer caso se reportó el 25 de marzo, cuando una mujer de 24 años, embarazada, falleció en el Hospital General de Zacatecas.
Edith García advirtió que la tendencia es más por muertes maternas indirectas, es decir, en las pacientes que traen complicaciones de otro tipo, en este caso fue por influenza, y en las que “hay que tener especial cuidado porque ya tienen una enfermedad y hay que tenerlas totalmente vigiladas en el embarazo”.
Las otras muertes ocurridas son por causas directas, es decir, que son propias del embarazo como hemorragias, preeclampsias y sepsis.
De acuerdo con los registros, un caso directo se dio el 5 de febrero en Pinos, en una mujer de 31 años, quien murió por una tromboembolia pulmonar; otra más de 28 años falleció el 19 de junio en el Hospital General de Fresnillo; a ella se le había diagnosticado neumonía, pero en realidad la muerte la causó un problema abdominal.
Otra más murió el 20 de mayo; era una mujer de 38 años que padeció coagulación intravascular; su deceso se reportó en una clínica particular de Guadalupe. La última muerte reportada ocurrió el 4 de septiembre: se trataba de una mujer de 40 años que falleció en Pinos por una hemorragia aguda.
Registros a Nivel Nacional
Edith García explicó que, en total, a la semana 46 del año se reportaron siete muertes maternas, lo que equivale a un 24.3 por ciento y que a nivel nacional posiciona a Zacatecas en el lugar 22, es decir, por debajo de la media que está en 30.7 por ciento. El año pasado no se reportaron muertes por influenza.
A diferencia de 2018, a la misma semana epidemiológica se habían registrado nueve decesos, con un 31.2 por ciento, lo que da una diferencia de 6.9 por ciento; es decir, son dos muertes menos, “vamos bien y todo esto ha sido gracias a la colaboración y el respaldo principal de las jurisdicciones sanitarias y la Secretaría de Salud”, enfatizó la funcionaria.
En tanto para los municipios que se reportan en “foco rojo”, como Pinos y Guadalupe, principalmente, se debe todavía “poner su granito de arena”, ya que siguen con la tendencia de muertes maternas indirectas que representan el 71 por ciento; es decir, que eran pacientes que tenían una enfermedad ya adquirida antes de su embarazo y con éste se complicó, y por tanto fallecieron.
Héctor Antonio Guerrero, responsable estatal de las Redes Sociales en Salud Materna y Perinatal, destacó que nueve de los principales objetivos del milenio son la reducción de la mortalidad materna e infantil y promover una asociación mundial para el desarrollo.
Los trabajos por ello se coordinan con las autoridades municipales, estatales y federales, y son encaminados a la atención de la mujer. Sin embargo, el obstáculo principal a los que se enfrentan sigue siendo la carencia de recursos económicos.
Por ello consideró que en este tema hay mucho todavía por hacer; “hay carencia de apoyos y falta de información”, por lo que se implementa el programa de salud materna en todas las jurisdicciones, ya que constituye un elemento clave para reducir las desigualdades y pobreza.
A partir de la atención que se le dé a la mujer embarazada, dijo, parte todo: que un embarazo fluya de una manera adecuada para que el bienestar de la familia no se vea vulnerada por problemáticas fatales.