CIUDAD DE MÉXICO. Un juez federal ordenó la libertad bajo reservas de ley de cuatro acusados en el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, al concluir que no existen elementos probatorios para sostener un juicio en su contra.
David Calderón Blanc, Juez Primero de Distrito en Procesos Penales Federales de Matamoros, dictó la libertad a Marco Antonio Ríos Berber “El Cuasi”, Luis Alberto José Gaspar “El Tongo” y Martín Alejandro Macedo Barrera “El Becerro”, presuntos integrantes de Guerreros Unidos, así como a Honorio Antúnez Osorio “El Patachín”, ex policía municipal de Iguala.
No está claro si los sospechosos abandonaron en las últimas horas el Penal Federal de “El Rincón”, en Nayarit, dado que muchos de los implicados del Caso Iguala tenían otros procesos en curso o incluso indagatorias que la PGR podía consignar en cualquier momento.
De hecho, la libertad dictada por el juez es bajo reservas de ley, lo que significa que la Procuraduría puede volver a acusarlos penalmente si obtiene otras evidencias en contra de los sospechosos.
Los cuatro fueron librados del delito de delincuencia organizada, mientras que Macedo y Ríos Berber adicionalmente quedaron libres del delito de secuestro en agravio de los 43 estudiantes desaparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014.
Este fallo fue dictado en la causa penal 100/2014 y es el primero donde judicialmente se determina que después de cuatro años, la PGR no tiene elementos para probar si quiera en forma indiciaria el involucramiento de estos sujetos.
Una fuente del Poder Judicial de la Federación afirmó que Calderón Blanc anuló las confesiones de los cuatro detenidos, al haber indicios de tortura. Una vez que determinó no valorar esos testimonios, estimó que el resto de las pruebas eran insuficientes.
Macedo y Berber confesaron en sus declaraciones haber asesinado y trasladado a 17 de los normalistas a Pueblo Viejo, para tirarlos en fosas clandestinas. Incluso, señalaron a las autoridades de varias fosas donde enterraban a sus víctimas.
Antúnez dijo en su testimonio que un oficial de barandilla de Iguala fue quien entregó a los 43 normalistas a sicarios de Guerreros Unidos, agentes de Protección Civil y del Grupo de Reacción Inmediata de la Policía Municipal, para luego desaparecerlos.
A su vez, “El Tongo” confesó al Ministerio Público ser “halcón” o vigía de Guerreros Unidos.
Los cuatro sujetos ahora liberados de la acusación del Caso Iguala fueron detenidos en los primeros días de octubre de 2014 por la Policía de Guerrero.
De hecho, sus primeras declaraciones fueron ante la Fiscalía Estatal, ya que fueron puestos a disposición de la PGR hasta el día 5 de dicho mes.
El pasado 1 de junio el Primer Tribunal Colegiado de Tamaulipas ordenó reponer el proceso a siete presuntos integrantes de Guerreros Unidos y también la creación de una Comisión de la Verdad.
El plazo para dar cumplimiento a esa sentencia está en curso, aunque la PGR buscará impugnarla mediante un recurso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.