El delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Julio César Nava de la Riva, reconoció que en la capital el índice de áreas verdes por habitante es bajo y que se avanza de manera lenta en su recuperación.
Justificó este hecho con la ubicación geográfica de Zacatecas y con las condiciones climatológicas de esta región que –a decir del funcionario federal– impiden el crecimiento óptimo de los árboles.
Sin embargo, Nava de la Riva presume en su cuenta de Facebook su participación en programas de reforestación en escuelas de la ciudad, donde posa para las fotografías con el alcalde capitalino, Carlos Peña Badillo, y destaca su involucramiento en las campañas contra incendios forestales organizadas por la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Incluso dirige una comunidad en la red social, llamada Red de Vigilantes Ambientales, en la cual se describe a sí mismo: “Amo mi México. Orgullosamente Zacatecano. Entiendo el valor de la naturaleza y la necesidad de su conservación”.
Y convoca a unirse al grupo dedicado a actividades a favor del entorno para “coadyuvar en cosas positivas para nuestro Zacatecas y nuestro México”.
Expuso que se avanza de manera lenta en el proceso de recuperación de las áreas verdes de la capital, pero destacó que los esfuerzos por contrarrestar esta situación se incrementaron a partir de 2010, es decir, luego de que fuera nombrado titular del Instituto de Ecología y Medio Ambiente de Zacatecas (IEMAZ).
Julio César Nava, quien es ingeniero industrial por el Instituto Tecnológico de Zacatecas (ITZ), explicó que una de las medidas para remediar la falta de árboles en la capital es la construcción del Parque Ecológico Metropolitano.
Recalcó que pese a que se ha dado una evolución en el código urbano para aumentar la cantidad de áreas verdes en las ciudades, se requiere de la participación de la sociedad para contrarrestar esta situación, sin embargo, no mencionó cómo deberían involucrarse los ciudadanos.
Insistió en su justificación de que la capital presenta una situación geográfica y climatológica que dificulta tener condiciones adecuadas para el crecimiento de vegetación.
También se deslindó, una vez más, de los permisos para talar árboles y cambiar áreas forestales en las obras públicas estatales, como en la remodelación de Plaza de Armas, la ampliación de la vialidad junto al cerro de Las Bolsas y la regeneración de la Alameda Trinidad García de la Cadena, que –dijo– son responsabilidad de la Secretaría de Agua y Medio Ambiente (SAMA).
Para finalizar, el delegado de la Semarnat expuso que esta dependencia sólo puede intervenir donde la ley la faculta, que es, por lo regular, en áreas forestales y de agostadero, aunque en ocasiones podría atender problemas en zonas urbanas y semiurbanas en las que se presenten daños al ecosistema por la acción del hombre