Río Grande. Feligreses del Decanato Zacatecas participaron en una celebración eucarística con motivo de la clausura del Año de la Fe, presidida por el obispo auxiliar de Durango, monseñor Enrique Sánchez Martínez.
El evento inició con una procesión desde la Parroquia de Santa Elena de la Cruz hasta llegar a la Unidad Deportiva de Río Grande.
Durante esta celebración, que se vivió a nivel mundial y que a la par se clausuró tanto en El Vaticano como en la propia Arquidiócesis de Durango, Sánchez Martínez enfatizó a los feligreses de General Francisco R. Murguía (Nieves), Juan Aldama, La Laguna Valenciana, Miguel Auza, de las colonias Hidalgo y González Ortega, de Sombrerete, que “el Año de la Fe nos ha ayudado a valorar y renovar el don precioso de la fe para llevar a la vida cristiana el Evangelio del Señor”.
Refirió que “la palabra de Dios nos ayuda a comprender la fe, y estamos ciertos de que la fe transforma a toda persona”.
Enrique Sánchez dio a conocer a mujeres, hombres, jóvenes y niños que “la fecha en que nos hemos reunido para clausurar el Año de la Fe es para recordar los 50 años de la apertura del Concilio Vaticano Segundo, y los 20 años de la promulgación del catecismo de la Iglesia católica, que es la guía más adecuada para instruirnos en la fe”.
Exhortó a los católicos a que, “como comunidad cristiana y como discípulos misioneros de Jesucristo, continuemos instruyendo en la fe a más fieles de nuestra Arquidiócesis de Durango”.
Estuvieron los padres y vicarios de las ocho parroquias que pertenecen al Decanato Zacatecas, así como feligreses de cada uno de estos lugares.
En esta misma actividad, Pedro Astorga Guerra, sacerdote católico con doctorado en Teología Bíblica, impartió una conferencia sobre la importancia de la fe en la vida del ser humano.
A pesar de ser una mañana fría y lluviosa, los católicos cimbraron con júbilo las instalaciones de la Unidad Deportiva, entre aplausos y cánticos.