Zacatecas.- Pese a asegurar que los diputados locales del Partido del Trabajo “piden la cabeza de Jesús Limones Hernández” por revisar la Cuenta Pública 2008 de Fresnillo –cuando David Monreal Ávila fungía como presidente municipal–, Arturo Ramírez Bucio aceptó que es necesario un perfil ciudadano al frente de la ASE.
En días pasados se pidió ante el pleno de la LX (60) Legislatura del Estado la destitución de quien actualmente encabeza la Auditoría Superior del Estado (ASE), debido a la pérdida de confianza por encubrir las irregularidades presentadas en el gobierno de Amalia García Medina.
Al respecto, el legislador albiazul se pronunció por la remoción del funcionario, pues “su trabajo ha dejado mucho que desear” al no exhibir las irregularidades en las auditorías presentadas a la Legislatura estatal, mismas que se encuentran documentadas en los análisis de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a las cuenta estatales.
“Lamentablemente Limones tenía intereses con el anterior gobierno, hoy se ve que está presionando a algunos líderes de partidos para que cedan un poco y salvar un poco el pellejo; yo creo que lo que tenemos que hacer es buscar un nuevo contralor que tenga un perfil más ciudadano y profesional”, expuso.
Añadió que el órgano de fiscalización estatal “tiene suficientes dientes para sancionar a quien desvía recursos; lamentablemente se ha usado políticamente por parte de las Legislaturas la aprobación de las cuentas públicas, y nunca se metió a la cárcel a un funcionario de primer nivel”.
Ramírez Bucio comentó que por ello es necesario que los diputados locales propicien reformas a la Ley de Fiscalización, a fin de que el tiempo límite para la revisión de cuentas sea menor y no se queden pendientes de las anteriores legislaturas.
En ese tenor también criticó al contralor interno, Guillermo Huizar Carranza, al destacar que más allá de investigar, se ha dedicado a declarar, además de que las sanciones que impone este órgano gubernamental a quienes desvían recursos son menores, limitándose a la suspensión en la función pública por algunos años.
Asimismo, dijo que “hay una visión política de denostar a Amalia García Medina, pero no hay una estrategia política para sancionar a quienes incumplan”.
Por ello opinó que sin voluntad política, el Tribunal de Cuentas no eliminará este tipo de problemas, y descartó que una reforma a la Constitución Política del país sea necesaria para un funcionamiento eficaz y eficiente de este organismo que calificó como “una buena iniciativa”.
“No veo la posibilidad de una reforma federal, yo creo que lo que se debe hacer es fortalecer al órgano fiscalizador del congreso”, concluyó.