CIUDAD DE MÉXICO. Ministros, consejeros de la Judicatura Federal y representantes de trabajadores del Poder Judicial plantearon que, si hay una reforma para elegir por voto popular a los Juzgadores del País, se aplique en forma gradual.
Además, exigieron que ese método de selección sea compatible con la carrera judicial, para que Jueces, Magistrados y Ministros no pierdan independencia, y den certeza a las inversiones.
Al arrancar los foros sobre la Reforma Judicial en la Cámara de Diputados, la Ministra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte, pidió despejar la idea de que ya hay una decisión tomada sobre el tema y demandó apertura para la discusión.
«Señoras y señores legisladores, el paso veloz ante modificaciones estructurales sólo puede dar entrada a problemas mayores», advirtió ante coordinadores parlamentarios y legisladores de las comisiones que dictaminarán la reforma.
Recordó que en las reformas en materia penal, civil, sobre mecanismos alternativos, laboral y judicial se aplicaron criterios de amplitud temporal y gradualidad. «En la reforma judicial que hoy nos convoca, no debe pesar más la celeridad que la idoneidad», demandó.
El Ministro Jorge Pardo alertó del riesgo e impacto de sustituir a más de mil 600 juzgadores, además de la totalidad de Magistrados y Ministros.
«Generaría un desajuste importante en el funcionamiento de los órganos impartidores de justicia federales, en los que se encuentran procesos judiciales en trámite y corren cotidianamente plazos.
«Me permito hacer la sugerencia de que esa sustitución pudiera hacerse de manera gradual, escalonada, atendiendo a las vacantes que naturalmente se van presentando, de manera que pueda haber interacción entre juzgadores provenientes del sistema de carrera judicial y los que emanen de los procesos electorales», planteó.
La Ministra Yasmín Esquivel propuso dos momentos en la renovación de los juzgadores: la elección por voto popular de todos los integrantes de la Suprema Corte y del nuevo Tribunal de Disciplina Judicial; y una sustitución escalonada y progresiva de Jueces y Magistrados.
«Mi propuesta consiste en la aplicación de elecciones populares sucesivas para ir cubriendo en forma escalonada aquellos cargos que queden vacantes por distintos motivos: renuncia, muerte, retiro o cualquier otra causa.
«Tales posiciones se irán ocupando, gradualmente, por medio de la elección directa, que a su vez garantice elevados estándares de calidad de quienes sean postulados, que haya la renovación total de manera paulatina», planteó.
La propuesta de gradualidad fue planteada además por integrantes del Consejo de la Judicatura, como Verónica de Gyvés y Alfonso Montalvo, así como Rafael Guerra, presidente del Poder Judicial de la CDMX.
Antes de finalizar el foro, el ex presidente de la Corte Arturo Zaldívar defendió acciones que implementó cuando se desempeñó como presidente de la Corte, y que fueron revertidas.
«Se combatió como nunca la corrupción, se desarticuló el nepotismo, se previno y se castigó el acoso sexual, generamos una justicia digital completa, tuvimos una escuela profesional judicial profesional, una nueva carrera judicial; se generó un auténtico instituto de la defensa pública, y lo más importante, se generó una política de igualdad y paridad de género.
«Lamentablemente, en enero de 2023, se tomó otra decisión, y la decisión fue: destruyamos todo lo que se hizo y confrontemos los otros Poderes del Estado. Y entonces se dejó de combatir la corrupción, se regresó al nepotismo como cultura, se quitaron las políticas de paridad y género, y de igualdad. La escuela judicial volvió a ser el club de amigos y el Instituto de la Defensoría Pública el patito feo del Poder Judicial», acusó.
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